viernes, 30 de septiembre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA.

LA MUERTE LLEGO DEL CIELO...CON EL CICLON LIZA... AQUEL 30 DE SEPTIEMBRE DEL 76.... Y LAS CAMPANAS NO TOCAN A DUELO.... TODO QUEDO EN EL OLVIDO.
·         40 ANIVERSARIO DE LA GRAN TRAGEDIA… EL HISTORICIO CICLON DE LA MUERTE… NO SE OLVIDA.
·         VÍCTOR MANUEL FERRÓN ZEPEDA…HEROE MARTIR OLVIDADO
·         OFRENDÓ SU IDA PARA SALVAR A DECENAS DE PERSONAS CON UNA ANTENA DE TELEVISION
·         MURIÓ 9 DÍAS DESPUES DE LA TRAGEDIA A CAUSA DE LAS MULTIPLES HERIDAS INFESTADAS
·         FUERON MUCHOS LOS HEROES ANONIMOS OLVIDADOS… PERO AFORTUNADAMENTE NINGUNO MURIÓ

Las campanas de la iglesia no han vuelto a tañer a duelo los  30 de Septiembre para recordar a millares de gente que murieron en el huracán Liza a causa del famoso bordo de contención que se derrumbó. El susurro de los arboles y del viento a 24 años del fatídico ciclón Liza, entre elegantes mausoleos en el panteón de los San Juanes acallan los lamentos que como mudo reproche a las autoridades de aquel tiempo, las tres grandes trincheras donde duermen para siempre centenares de cuerpos humanos en su gran mayoría sin identificar, señalan en silencio UN YO ACUSO. Aquel caluroso día, jueves 30 de Septiembre de 1976 quedo marcado en la historia de Baja California Sur como uno del momento de holocausto más terribles que se han vivido en todos los tiempos. Ocasionando en tan solo 9 horas de torrenciales lluvias y vientos huracanados de 250 kilómetros por hora, millares de muertos entre mujeres, niños y ancianos... además de la terrible devastación económica y moral de los sudcalifornianos quedando más de 10,000 gente sin hogar.

Aquel 30 de septiembre por la mañana, poco se sabía del huracán Liza...como a las 2 de la tarde se sintieron las primeras ráfagas huracanadas....el oleaje del mar se puso embravecido la gente, conocedora de estas cosas, empezó a tomar sus precauciones.... amarraban techados, recogían embarcaciones, arreglaban las lámparas de mano, velas, en fin todo lo que en estos temporales se acostumbra. Desde 1959 no se había presentado ningún chubasco en la Paz, y la gente se confiaba a que quizás se desviaría como siempre sucedía. Serian como las 3 de la tarde de aquel 30 de septiembre del 76.... El señor Francisco King en XENT, anunciaba que tocaría tierra el ciclón Liza como a las 10 de la noche....a las 3 y cuarto de la tarde las fuerzas de la naturaleza con toda su potencia en forma de ciclón azotaban la ciudad de La Paz....... inundaba el cielo, árboles, cartones, tapas de tinacos, letreros, etc.... los vehículos parecían de juguetes donde los llevaba el viento...como a las 6 de la tarde todo se obscureció, la luz se interrumpió y los teléfonos quedaron incomunicados. Como  a las 7 de la tarde y durante el ciclón fueron varias las personas que vieron la luz de San Thelmo presagio de desastre y muerte. La ciudad estaba envuelta en medio de aquel huracán los antiguos mezquitones andaban como arañitas en el suelo. Pero no había porque alarmarse ese ciclón como otros pronto pasaría... la gente de La Paz ya sabia lo que tenia que hacer.

No se contaba con la invasión de los lechos de los arroyos de las nuevas colonias de gente que venia de fuera, de Durango y Oaxaca y que solamente sus vecinos los conocían. Colonias como el Benito Juarez, Guelatao, Los Olivos, Francisco Villa, Pueblo Nuevo, Ruiz Cortines, Infonavit, Indeco, y Zucasa, fueron de las más afectadas. La presa del cajoncito nunca se llenaba y no había porque preocuparse....pero ese fatídico muro de contención de arena y piedra que levantaron de tan mala calidad, y que costó once millones de aquellos pesos y que fue una bomba de tiempo, se reventó, o lo reventaron. Este muro había acumulado las torrenciales lluvias de días anteriores, aunadas a las del ciclón Liza, que fue más viento que agua, no resistió y se desbordó como a las 8:30, de aquel 30 de septiembre. Aquella noche llego la muerte para miles de familias a través de la ola negra que arrastró la corriente del arroyo que levantó olas de hasta 8 y 9 metros...los cuerpos iban quedando como flores secas ala orilla del arroyo...otras miles de personas quedaron sepultadas en  toneladas de arena, además,  animales, casas, algunas con gente  adentro, así como vehículos con gente adentro también e infinidad de cosas. Aquella noche de terror, todos y cada uno de los ciudadanos que la vivieron tiene su propia historia y que jamás olvidarán los que lograron salvarse. La gente de La Paz, siempre se ha distinguido por su buena disposición para ayudar al necesitado. Y en aquella tragedia que enlutó tantos hogares demostraron  su casta ayudando tanto en el salvamento como al otro día a los damnificados.

Los actos heroicos no se hicieron esperar destacando aquel valiente señor de apellido Ferrón, quien con una antena de televisión e iluminado por la luz de San Thelmo, ayudó a más de 60 gentes a salvarse del torrente del arroyo. En esa noble y heroica acción el señor Ferrón sufrió serias lesiones que se le infectaron , con las espinas, palos, puntas de fierro, y otras cosas que arrastraba el agua, que como consecuencia le provocó la muerte días después del ciclón Liza. También es digno de comentarse que 20 presos se ofrecieron a auxiliar a la gente en aquellos momentos, quienes después de cumplir con su noble misión solitos volvieron a la cárcel, lo que no podían creer los custodios. Y así, fueron varios los actos heroicos de salvamento de manera aislada, que sería difícil de enumerar. Todas aquellas colonias desaparecieron;  quedaron lavaditas las blancas arenas de los arroyos que hasta brillaban a la luz de la luna y del sol, como diciendo aquí mando yo. Parecía como que si nunca hubo asentamiento humanos. PERO LA GENTE NO ENTIENDE, NI LAS AUTORIDADES COMPETENTES TAMPOCO; NUEVAMENTE ESTAN LAS MISMAS COLONIAS HABITADAS POR CENTENARES DE FAMILIAS. La gente nativa de Sudacalifornia ni aunque les ofrecieran las perlas de la virgen se construirían sus casas en los arroyos. PERO LA GENTE INOCENTE QUE VIENE DE FUERA, NO LO SABEN Y LOS DUEÑOS DE CONSTRUCTORAS SI SABEN QUE SON ARROYOS DONDE CONSTRUYEN Y HACEN EL NEGOCIO DE SU VIDA CON LA NECESIDAD DEL QUE MENOS TIENE. Esas casas que están construidas bajo el libramiento sur, están bajo un inminente peligro porque sino lo sabían, ese es  uno de los  arroyos mas grande de La Paz además del arroyo del palo de Santa Rita.....el arroyo de los bledales.

Aquel triste amanecer del 01 de octubre de 1976 fue de lamentos, desolación y muerte. Al abrir las gentes las puertas de sus casas, se encontraban con cadáveres en el porche o sobre los techados. Todo era grotesco...centenares de cuerpos enterrados en los arroyos... la bahía inundada de cadáveres... cadáveres rebalsados en los mangles del mogote, los que eran incinerados...con palas mecánicas abrían zanjas y recogían los cuerpos inertes aventándolos a granel, como si fueran papas...circulaban por la desbastada ciudad, dompes y pick up del ejercito llenos de cadáveres, donde los llevaron a velar al centro de cultura y deporte, a la capilla del sagrado corazón, la sala de junta del hospital Salvatierra así como del gimnasio auditorio. Esas paredes guardan el secreto de cuantas gentes murieron realmente. Los que vivieron aquellos momentos saben que fueron decenas de miles, sin contar los que quedaron sepultados en las arenas de los arroyos. Poco a poco, se fue restableciendo la ciudad de La Paz, y en el corazón de  sus habitantes quedo este mal recuerdo... Y VUELVO A LO MISMO NO EDNTIENDEN...NO CONSTRUYAN EN EL LECHO DE LOS ARROYOS PARA HCER NEGOCIO CON LA NECESIDAD Y EL SUFRIMIENTO DE LA GENTE...TARDE QUE TEMPRANO LAS AGUAS TENDRAN QUE PASAR POR AHÍ RECLAMANDO SU PROPIEDAD EL CAUSE DE LOS ARROYOS.

......Y en el panteón de los San Juanes, en tres grande zanjones yacen centenares de muertos caídos en el ciclón Liza, señalando con su silencio un !YO ACUSO!....Y LAS CAMPANAS NO TAÑEN A DUELO...... LOS 30 DE SEPTIEMBRE...AQUEL MACABRO SUCESO SE PIERDE EN LA BRUMA DEL TIEMPO.



POR EL PLACER DE ESCRIBIR… RECORDAR… Y COMPARTIR…

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Primera generación de egresados de la primaria Escuela Particular 20 de Noviembre, de gran historia aquí en La Paz, fundada por la profa. Concepción Casillas Seguame y su hermana, entre ellos se encuentran distinguidas personas que han dejado huella en sudcalifornia, entre las que puedo distinguir al Lic. Adán Enrique Ruffo Velarde ex presidente municipal del VIII ayuntamiento de La Paz y que orgullosamente fui su directora de prensa, así como su distinguida esposa Lic. Lilia Amaya de Ruffo su coordinadora de prensa en el DIF municipal... También se encuentra el ex gobernador de La Paz Lic. Alberto Alvárado Aramburo de gratos recuerdos... Mi muy amada y nunca olvidada mi profesora de taquigrafía Consuelo Batiz, Paco Vonboster, Luis Castro, Rafael Rieke, Luis de la Garza, Gabriel Muñoz M. Eliseo Gastelum R. Víctor bancalari, Tichi González B, María de Jesús González Rubio entre otras distinguidas personas.

Cuando acabó la madre perla, por los años 30-40, continuó con la pesca del tiburón, aquí afilaban los cuchillos y machetes para destazar tiburones para sacar el hígado y elaborar el aceite, y también utilizaban la aleta la que exportaban... Toda una historia en La Paz que se perdió.

Herramientas donde elaboraba botones de la fina concha nácar y los exportaban, también trabajaba la ciruela del mogote y hacían vino.




Armadas perleras trabajaba Don Estanislao Cota "El Tanayo", daba empleo a mucha gente estos son los canaletes que impulsaban las barcas de vela de las armadas perleras impulsadas hasta por 16 gentes... Toda una época en La Paz.


Histórica y legendaria casa del Tanayo... ¿Quién no recuerda a este industrioso personaje en la historia y la leyenda de Baja California Sur?... Fue el banco en La Paz para los comerciantes en aquella época... Hermosa artesanía elaboraba de conchas y caracoles de la bahía de La Paz... Embarcaciones de vela, y de los barcos mercantes... Gratos y bellos recuerdos de mi niñez con este personaje, y su hermano urbano.

Un regalo de Dios a la mirada contemplativa... Y alimento para el alma...

Festejando el cumpleaños de Anita Lizárraga Álcaraz rodeada de sus distinguidas hermanas.



Manuelita Lizárraga a sus quince años... Cuando se usaban las crinolinas... Trabajó en la casa cuningham en 1960, donde ahora es el monte de piedad, y antiguamente fue la quinta de Don Santiago viosca, cónsul en Baja California Sur un personaje de mucha historia en La Paz, y ahí en su finca, cantó Ángela Peralta el ruiseñor de Latinoamérica cuando venían del triunfo con su elenco de 80 gentes según cuentan que se enfermaron de la peste amarilla en el triunfo y llegando a Mazatlan murió Ángela Peralta y ahí está sepultada... Luego ahí mismo, fue una tienda que se llamó la estrella polar a principios de la década de los 50 propiedad se los señores Cuningham, ahora es el monte de piedad como dije, y donde manuelita está sentada, ahora se hiergue el gran hotel Catedral sobre independencia.

Fundadores de la asociación de escritores sudcalifornianos AC... ¿Los conoce usted?

jueves, 22 de septiembre de 2016

ATENTA INVITACIÓN

Cordialmente invitados, familiares y amigos!

El Periódico Nuevo Sur, miembros de organizaciones periodísticas solidarias: POSAC, APYR y Grupo Fraternidad Periodística tienen el honor a invitar a usted:
Tertulia cultural este martes 27 de septiembre del 2016 a las 19:00 horas, sala de convenciones del área cultural Profr. Jesús Castro Agúndez, ubicada entre Altamirano E/ Navarro y Encinas de esta ciudad de La Paz, por el 26 aniversario del periódico Nuevo Sur y suplemento cultural Palo Adán.
“Tres mujeres, un propósito y un varón”.
Estela Aurora Davis Garayzar, Armida Torres Valdez, Manuela Lizárraga Álcaraz e Isidro Jordán Carlón.
El objetivo siempre es el impulso y fortalecimiento de la cultura de las letras, la perseverancia y el esfuerzo personal logrando así la superación.
Asimismo, se hará un homenaje póstumo al poeta y escritor Víctor Bancalari Miranda, cofundador del Suplemento Cultural Palo Adán.
También, expositores de la semblanza curricular: Esthela Davis, Sergio Ávila Romero, Armida Torres Valdez, Alejandro Jiménez Taboada, Manuela Lizárraga Álcaraz, Alfonso González Gavito, Isidro Jordán Carlón y Luis M. Dibene Geraldo.
Moderador: Carlos Moyrón Benton.
Amenizará el Grupo de Música mexicana y bolero “Arena de Rio”, compuesto por Raúl Virgen y Consuelo Martínez.
Habrá un brindis con exquisito vino y bocadillos al estilo paceño.
Convocatoria abierta para todos.

ATENTAMENTE
CARLOS MOYRÓN BENTON
DIRECTOR DEL PERIODICO NUEVO SUR
SERGIO AVILA ROMERO
COORDINADOR DELSUPLEMENTO CULTURAL PALO ADÁN
Y MIEMBROS DE ORGANIZACIONES PERIODÍSTICAS SOLIDARIAS: POSAC, APYR Y FRAT
TELEFONO: 12-2-77-12Email: carlosmoyron@gmail.com
Domicilio: Degollado y Melitón Albañez, Colonia Guerrero

miércoles, 21 de septiembre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIÓ
CLAMOR DE NUESTRA HERMOSA BAHÍA DE LA PAZ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA

¿Pero qué hiciste de mí, insensato?... Estoy inerme e indefensa en el prolongado letargo de la espera de hacer mella en tu adormilada conciencia, para que no se alargue mi agonía.
Quiero decirte insensato que mis aguas místicas y legendarias bañaron las blancas arenas de la orilla de la playa cuándo aún la huella del hombre no las había profanado.
El guaycura y el pericú, se refugió en mi regazo cuajado de perlas y de riquezas marinas… por siglos, mis tranquilas aguas transportaron la barca del conquistador… yo diría del español conquistado por mis perlas y por las subyugantes tierras baja californianas bañadas por el devenir de mis cálidas olas llenas de belleza… y mis atardeceres crepusculares enmarcados con la parvada de pelicanos y gaviotas al vuelo que con su hermoso trinar alegraron el regreso de los pescadores con sus barcas cargadas de alimento diario.
Si pudieras insensato remontarte a mi pasado, no querrías regresas de él… enfermaste mi vientre generador de vida por milenios… los primero pobladores gigantes, arípes, guaycuras y pericues cuantas veces dejaron vagar su mirada contemplativa su mirada ante la belleza de mis majestuosas y cristalinas aguas, sanas en aquel entonces… nunca pensaron insensato que las generaciones venideras profanarían mi vientre y quizás ya no genere vida… si no la muerte…
Estás a tiempo insensato… clavo en el desierto por llegar a tu conciencia… mi vientre vomita día a día sargazos y desechos que en otros tiempos fueron perlas, conchas y caracoles, como una protesta a tu inconciencia.
Y las gaviotas y demás diversidad de aves del cielo… ¿Dónde están?... y los pescadores, así como las familias que contemplaban extasiadas mis bellos atardeceres seguidas del ocaso… ¿Qué pasó con ellas?... cual madre amorosa… ¡Cuánto los extraño!... ¡Los amaba yo tanto! Cual la madre ama y protege a sus hijos… las generaciones de hoy no bañan ya sus cuerpos en mis enfermas aguas… los niños de hoy, no conocen ni sienten el placer de recolectar conchitas y caracoles, así como cangrejos y jaibas que inundaban las blancas arenas de la bahía de La Paz… no me abandones, ¿Qué le dejarás a tus hijos, y a generaciones venideras?
¡Cuánta tristeza!... la vida que me queda será poca para llorarte, hermosa bahía de La Paz… y quiero cada minuto de mi existir, contemplarte… para llenar mis cansados ojos de ti… y remontarme a mi feliz infancia dónde bañé mi pequeño cuerpo en tus límpidas aguas… y me alimentaste y llenaste de gozo mi existir dejando en mi mente la huella imborrable del pasado, y en mi corazón el profundo amor que te profeso hermosa bahía de La Paz… quisiera que mis lágrimas fueran bálsamo que resanaran tus profundas heridas para que al vida resurgiera en ti…

…Por el placer de escribir…Recordar…y Compartir…



martes, 13 de septiembre de 2016

LA PAZ QUE PERDIO

POR MANUELITA LIZARRAGA

“UN MERITO MAS DE DON AGUSTIN ARRIOLA MARTINEZ...FUE GOBERNAR

EN SU EPOCA CON ESCASO PRESUPUESTO”.

Cuando el invierno blanqueó los cabellos de Don Agustín Arriola en el ocaso de su

vida...se le miraba sentado tranquilamente en su rechinadora poltrona en la banqueta de su

casa, con la frente muy en alto...con la satisfacción de haber cumplido aún rebasando las

metas propuestas, durante su gobierno del territorio sur de Baja California de 1920 a

1924...miraba pasar lentamente el transcurrir del tiempo, y el devenir de nuevas

generaciones, comparando quizás el pasado y el presente, dejando vagar sus

pensamientos...se había impuesto la norma de buscar la meditación con frecuencia, sabedor

de que el poder constructor viene del reposo...que es en el silencio donde se puede

conquistar la quietud...y que cuando ésta se ha logrado...es posible pensar sin

turbaciones...porque en el pensamiento tranquilo está el éxito.

Tengo en mi escritorio un legajo de apuntes por allí...en los que se señala que el

General Manuel Mezta gobernó el territorio sur en el periodo de Octubre de 1917 a 1920;

de donde salió huyendo llevándose los fondos públicos, motivo por el cual EL

MINISTERIO PUBLICO LO DEMANDO POR PECULADO, condenándolo a pagar a

partir del 11 de Mayo de 1920 35.000 pesos de plata mexicana, más los réditos y gastos de

juicio; según el expediente en el juicio sumario número 10/1920 del Juzgado II de Distrito

dando fe Pablo Herrera; A. Carlos A. Mendoza, J. A. Duarte. Rúbricas. A este General

Mezta, de tristes recuerdos, dice Don Pablito L. Martínez en su libro “Historia de Baja

California”, que era un revolucionario hijo del pueblo, convertido en soldado, era inculto y

tenía fama de matón. Fue el primer gobernante en la historia de Baja California Sur que se

le hizo juicio político, y este caso se dio durante el gobierno de Don Agustín Arriola

Martínez; ya que como lo menciona el ameritado maestro Leonardo Reyes Silva en su nota

publicada con anterioridad en este mismo diario, titulada “Con la vara que midas, serás

medido”, que fue escaso el presupuesto que le envió la Federación. SIENDO

PRECISAMENTE EL MERITO DE DON AGUSTIN ARRIOLA EL HABER HECHO

TANTAS OBRAS TRASCENDENTES CON TAN POCO DINERO.

Según los autos judiciales, al General Manuel Mezta se le embargaron bienes, y el

siete de Febrero de 1924 se levantó el embargo, según autos de referencia de lo ordenado

por el Presidente de la República de esa época, de acuerdo al artículo 21 de la Ley Orgánica

del Ministerio Público Federal, de que se entreguen estos bienes a sus herederos, previa

comprobación de su carácter ya que al parecer hubo un arreglo. Cabe destacar que fue el

Agente del Ministerio Público quien demandó por peculado al General Mezta y no Don

Agustín Arriola, y tampoco fue la demanda por mil pesos, sino 35.000 más gastos de

juicios y réditos. Al final, se regresaron los bienes embargados a los herederos, entre los

que se contaba el hermoso edifico de piedra cantera ubicado en Altamirano y Constitución

y que fue adquirido a la viuda del General Mezta 14.000 pesos de plata mexicana por el

gobierno del General Agustín Olachea en 1929, para la creación del hospital Tuberculoso;

el que después fue la cárcel pública, comandancia de policía, comandancia de tránsito,

oficinas de la sección de seguridad y tránsito, estación de bomberos y en la actualidad es la

biblioteca Justo Sierra. Tengo en mis manos la copia de un libro que un joven estudiante y

es satisfactorio que los jóvenes se interesen por la historia de nuestra amada tierra

peninsular y por la de sus habitantes, principalmente por quienes nos han gobernado y han

dejado huella profunda cuando han ostentado el poder y este jovencito que no quiso que

mencionara su nombre que es un estudiante del Tecnológico me dio la copia de un libro que

para mi es un tesoro, el libro en mención es “BAJA CALIFORNIA AL DIA” y fue escrito

en el año de 1925 por Aurelio De Vivanco...y su contenido histórico y cultural es muy

valioso...trae mucha información del gobierno de Don Agustín Arriola Martínez entre

muchas otras cosas, donde puedo ver como estaba el panorama político, económico y social

de aquella época; y de entrada dice “Don Agustín Arriola Jr., Exgobernador del distrito sur

de la Baja California, es hijo nativo de La Paz, capital del Distrito, habiendo sido electo por

plebiscito como gracia concedida por el entonces presidente Provisional de México, el C.

Adolfo de la Huerta, quien deseando dar a esta parte del territorio un gobernante hijo de la

comarca, acordó se le eligiera en esta forma, comisionando para tal acto como

representante del Propio primer magistrado al C. Enrique Liekels, en aquella fecha diputado

de la Unión por la misma entidad.

Cabe hacer mención que Don Adolfo de la Huerta, en los primeros años de la

segunda década del siglo pasado visitaba constantemente esta entidad, en su carácter de

agente de ventas de las máquinas de coser Singer, así como de negociaciones harineras y

jaboneras del Estado de Sonora, motivo por el cual conocía el sentimiento en lo relativo a la

política que bullía en el ánimo de los revolucionarios habitantes de Baja California Sur,

quienes disfrutaban de su trato amable y formal conquistando la simpatía de los distintos

sectores sociales. A su vez, el señor de La Huerta fue cautivado por la tradicional

hospitalidad calisureña y de las joviales tertulias provincianas, que supo y se contagio de

los requerimientos cívicos y anhelos ciudadanos predominantes en la media península. Así

aconteció que aquel sonorense vendedor de jabón cuando llegó a la presidencia de la

República, fiel a la memoria y sed democrática de sus amigos sudcalifornianos, decretó que

de inmediato y en los sucesivo el gobierno territorial estuviera a cargo de un hombre nativo

de esta tierra y designado libremente por el pueblo. Del libro Experiencias Políticas de un

Guyacura. D.Martínez, Alejandro.

Continua diciendo, que esta elección dejó satisfecha las justas aspiraciones de todo

su pueblo que deseaba verse gobernado por un coterráneo que no hiciera lo que la mayor

parte de los mandatarios habían hecho, esto es: llenarse de oro sus propias arcas,

preocupándose únicamente de los negocios que convenían a sus intereses. El señor Arriola

es un mandatario que ha sabido responder a la confianza con que se le distinguió

popularmente; pues durante los años de su gobierno, el Distrito Sur de la Baja California ha

recibido todos los beneficios derivados de una administración, muy sabia, muy laboriosa y

sobre todo muy honesta”.

A través de los años, hemos tenido gobernantes muy honestos que también han

dejado huella y han continuado forjando a esta sudcalifornia nuestra.

...Por el placer de escribir...recordar...y compartir...




LA PAZ QUE SE PERDIO

POR MANUELITA LIZARRAGA

DON AGUSTÍN ARRIOLA MARTÍNEZ...ILUSTRE SUDCALIFORNIANO...SUS

RESTOS MORTALES DEBERÍAN ESTAR EN LA ROTONDA DE LOS ILUSTRES...

* 96 AÑOS TIENE LA CASA DEL ESTUDIANTE EN LA CIUDAD DE MÉXICO...Y

FUE FUNDADA POR DON AGUSTÍN ARRIOLA MARTÍNEZ...DANDO UN GRAN

IMPULSO A LA EDUCACIÓN, ENTRE OTROS LOGROS...

* LOS PRIMEROS PROFESIONISTAS DE SUDCALIFORNIA FUE, GRACIAS A

ESTÉ LOGRO DEL GOBERNADOR NATIVO Y CON ARRAIGO...

* UN GRAVE ERROR EN EL LIBRO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA DE BAJA

CALIFORNIA SUR, A NIVEL PRIMARIA.

La Secretaría de Educación Pública, con el debido respeto que merece, debe de

corregir el grave error en el libro de Historia y Geografía de Baja California Sur, así como

en el de “Baja California Sur monografía estatal”, en la página 157, en el que se ha estado

mal informando a generaciones de niños desde 1982; donde se desconoce un hecho tan

importante en la historia regional de sudcalifornia, de Don Agustín Arriola Martínez

PRIMER GOBERNADOR NATIVO ELECTO POR PLEBISCITO, emanado del pueblo,

ya que en ese tiempo no había partidos políticos. Y le están poniendo méritos a quien no lo

merece y dice así “La muerte de Carranza el 21 de Agosto, trajo como consecuencia en

nuestro estado que el Gobernador Mezta dejara el distrito, siendo sustituido por Francisco

D. Santiago. El fue quien envió al primer grupo de estudiantes sudcalifornianos

pensionados a la ciudad de México, expidió la primera Ley de Hacienda e impulso la

ganadería, la agricultura y la ganadería; durante su gobierno se construyeron escuelas

rurales y se inició la carretera entre La Paz y Bahía Magdalena. TODO ESTO ES FALSO,

PUESTO QUE FRANCISCO D. SANTIAGO ESTUVO EN EL CARGO DE MAYO A

SEPTIEMBRE DE 1920, QUE ENTRO A GOBERNAR DON AGUSTIN ARRIOLA. EN

ESE TIEMPO NO PUDO HABER CONSTRUIDO TODO ESO.

Ya es tiempo de que a Don Agustín Arriola Martínez se le haga justicia y su nombre

brille con letras de oro en el Congreso, puesto que sus actitudes y su gobierno fue el

ejemplo e inspiración para el logro de un gobernador nativo o con arraigo.

Su nieto, el doctor Carlos Arriola Isais, en representación de la familia Arriola,

envió el anterior 04 de Mayo del 2001 un oficio muy sentido a la Secretaría de Educación

Pública en la Ciudad de México, así como en esta ciudad capital, en la que solicita con toda

justicia se corrija en los mencionados libros y pongan en el lugar histórico que el

corresponde al primer gobernador nativo o con arraigo electo por el pueblo, para que la

niñez y las juventudes sepan más de nuestra historia. Y de quien desempeñó su función con

honestidad y con pocos recursos llevando a su pueblo a una época de relativa bonanza y paz

social. Después de él se perdió gran parte de lo ganado, y el centro volvió a seguir enviando

gobernantes militares, fuereños y sin arraigo en esta tierra e impuesto prácticamente por la

fuerza. Tuvieron que pasar casi cincuenta años de lucha cívica para que al pueblo

sudcaliforniano se le volviera a otorgar el derecho de elegir gobernador nativo o con

arraigo. Por todos los méritos mencionados Agustín Arriola Martínez merece estar en los

libros de historia oficiales en este estado ya que existe abundante información al respecto.

Un buen trabajo presentarían los próximos licenciados en historia, si se abocaran a

investigar este hecho tan trascendente e importante en la historia regional, del primer

gobernador nativo o con arraigo electo por el pueblo y presentarían una magnifica tesis

basada en este estudio.

En la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres debían de estar los restos mortales

del impulsor de la educación y el desarrollo del territorio de Baja California Sur, Don

Agustín Arriola Martínez...primer gobernador nativo de sudcalifornia, que tuvo el

privilegio de ser electo por plebiscito para el periodo del 21 de Septiembre de 1920 al 21 de

Septiembre de 1924, periodo cumplido más allá del deber y como era la costumbre, viajó a

la ciudad de México a hacer la entrega correspondiente del término de su mandato...y como

un homenaje a la memoria de su ilustre padrino, Don Agustín Arriola Martínez, el

licenciado Felix Ortega Romero, escogió la fecha del 11 de octubre para el movimiento de

la gesta histórica Loreto 70, fecha del nacimiento del Ilustre Sudcaliforniano, primer

gobernador nativo de esta entidad, quien fue la inspiración para el logro de este anhelo,

llevando como estandarte su nombre, por todos los rincones de la península el autobús de la

comitiva, Don Agustín Arriola Martínez, gobernador nativo o con arraigo.

A través de los años, la limpia figura de Don Agustín Arriola Martínez se erige

vigorosa para permanecer vigente en el recuerdo de los habitantes de este bello jirón de la

patria. Fue Don Agustín un apasionado luchador social, precursor de importantes y

trascendentes acciones de gobierno que sentó las bases al viejo Territorio Federal, a

convertirse en la entidad que hoy es.

Una mañana de otoño, 11 de octubre de 1887, en esta ciudad capital, el hogar del

destacado patriota artillero de las tropas federales del General Don Manuel Márquez de

León, Don Agustín Arriola Arqueaga y de su esposa Doña Talpa Martínez Talamantes, se

inundó de alegría con el fuerte llanto del niño que nació a la vida y que por nombre le

pusieron Agustín, ante el gozo de sus abuelos paternos y maternos, Don Modesto Arriola

Andaya y Doña María Teresa Erqueaga de La Toba, así como Don Calixto Martínez

Nuñez y Doña Paula Talamantes de Castro. En su primera infancia, en que Agustín daba

sus primeros pasos, gobernaba el territorio el General Rangel...estaba en su auge la minería,

ganadería y la pesquería de perlas donde se empleaban más de mil hombres...hermosos

edificios coloniales se iban construyendo, como el Palacio de Gobierno, la cárcel pública,

entre otros, así como se realizaba el reparto de tierras de Baja California en vergonzosas

condiciones a compañías extranjeras, lo que impidió el desarrollo social y económico por

más de medio siglo.

Agustín creció bajo la vigilancia de sus padres y entre la más estricta norma de la

educación de la época. Cursó su primaria en la Escuela Niños Héroes, donde ahora es la

cancha Manuel Gómez Jiménez y la Escuela Primaria Miguel Hidalgo; de donde egresó

con altas calificaciones, continuando sus estudios superiores en la ciudad de Hermosillo,

Sonora, donde conoció y convivió fraternalmente con dos señoritas que al igual que él

habrían de escribir sus nombres en forma destacada: las hermanas Concepción y Soledad

Casillas Seguame. En Junio de 1907, ante la presencia de sus padres Doña Talpa y don

Agustín Arriola Arqueaga, Agustín con plena satisfacción recibió su título que lo acreditaba

como contador privado y técnico administrativo recibiendo además reconocimiento y

felicitaciones por el honorable cuerpo de sinodales. El joven Agustín con el corazón repleto

de ilusiones, se trasladó a su tierra natal, La Paz, con el firme propósito de servir y aplicar

todos sus conocimientos adquiridos en bien de su comunidad.

Trabajó en la Empresa Ruffo & Rochol durante varios años. Continuó sus estudios

en el Instituto Superior de Comercio en el Estado de California, graduándose como

Contador Público y de maestro de inglés. En 1914, con el apoyo del General Felix Ortega

Aguilar, presidente de la Junta Patriótica del Gobierno Revolucionario del Distrito Sur, un

grupo de maestros, entre ellos Don Agustín Arriola Martínez gestionaron la autorización

para la apertura de un plantel para la enseñanza de carreras de comercio, lo que se logró y

el propio General Felix Ortega cortó el simbólico listón inaugural del “Instituto de

Comercio Independencia”, ubicado en los anexos parroquiales con una plantilla de

maestros: Bonifacio Díaz, Padre Mauro Esparza, Pedro Pelaéz, Agustín Arriola, Soledad

Casillas, Isidrio Isais Marcq, Alfredo Savín, Ignacio Bañuelos Cabezud, y Filemón Cecilio

Piñeda.

El profesor Agustín Arriola fue sindicó en el Ayuntamiento de 1915 a 1916, luego

fue Alcalde Interino debido a que falleció por accidente el Presidente Municipal señor

Antonio Blanco, y en la toma de su protesta se hizo célebre por esta frase que dijo “PIDO A

DIOS NUESTRO SEÑOR QUE ME PERMITA SER JUSTO CON LOS JUSTOS, Y

HUMANO CON LOS INJUSTOS”, antes de rendir cuentas de su presidencia interina, los

grupos organizados lo apoyaron para presentar su candidatura por la Presidencia Municipal

en el próximo periodo, ante un acto público organizado por el General Mezta, donde se

presentaron tres contendientes saliendo vencedor, tomando posesión del cargo el primero

de Septiembre de 1918. Los síndicos y regidores fueron: Antonio Ruffo, Filemón C.

Piñeda, Ignacio Bañuelos Cabezud, Fernando Chacón Meza, Isidro Isais Marcq, Bernardo

Maldonado y Miguel L. Cornejo. La labor de Don Agustín como Alcalde fue brillante:

promovió la apertura de los caminos vecinales de La Paz a La Soledad, con Ramales a

Toris, La presa, El paso de iritú, Agua verde y La palmilla. Apoyó la idea del Ingeniero

Savín para instalar el primer sistema de drenaje en La Paz. el 16 de Septiembre de 1918

azotó un pavoroso ciclón a La Paz y Don Agustín Arriola como Presidente Municipal

coordinó los grupos de rescates y ayuda popular, entre innumerables obras y servicios en su

encomienda.

Con esa limpia trayectoria en la función pública, el pueblo se volcó para elegirlo

gobernador por medio del plebiscito del que fue electo tomando su protesta el 21 de

Septiembre de 1920 y terminando su gestión el 21 de Septiembre de 1924. El desempeño

del señor Arriola como gobernador fue trascendental. Se realizaron las obras y trazos

originales de la carretera transpenínsular, columna vertebral de la península mediante

camino de terracería desde La Paz hasta El arco, en la colindancia con el Distrito Norte de

la península, tarea realizada por hombres con visión y fortaleza de carácter. Asimismo, hizo

el reparto de tierras ejidales de Santiago, Las cuevas, Todos santos, y El pescadero,

aplicándose por primera vez la Ley agraria en la región. Otorgó becas a los primeros

estudiantes que viajaron a la Ciudad de México para su formación profesional, y en esa

misma ciudad fundó la primera Casa del Estudiante Sudcaliforniano. Adquirió la primera

planta eléctrica en La Paz. alentó la fundación de la Escuela Industrial de Artes y Oficios

donde se preparaban los jóvenes de escasos recursos; artesanos y técnicos en fundición,

mecánica, carpintería y electricidad, asimismo inauguró la primera escuela de tropa militar

en el distrito sur del territorio y durante su gestión se instalaron diversas fábricas como

cigarreras, fósforos, botones y de veladoras, entre otras.

Se inició la construcción de las cortinas en los arroyos El cajoncito, La candelaria, y

San bartolo, abriéndose también los primeros pozos de agua potable en la ciudad.

Construyó el primer quirófano en el Hospital Juan María de Salvatierra y abrió en Todos

Santos la primera planta beneficiadora de pescado de escama. Se fundó la Escuela de Tropa

para Militares otorgando las instalaciones para la Zona Militar en Revolución y Degollado,

donde es ahora el Mercado municipal Madero. Hizo el represo de El salto, y se empedraron

las calles del primer cuadro de la ciudad. Asimismo, Don Agustín Arriola, trajo las

primeras comunicaciones telegráficas, que en la actualidad, un año atrás, estaba como

testigo la torre de la inalámbrica, en el barrio El manglito, la que fue derribada con toda su

historia en la rama de la comunicación. Su administración se distinguió por lo siguiente,

además de todas las cosas mencionadas, reorganizó las oficinas de gobierno, exigiendo

responsabilidad y eficiencia a cada empleado. Impuso moralidad en el manejo de los fondos

públicos. Expidió la primera Ley de hacienda para regular las fuentes de ingresos oficiales.

Mandó el primero grupo de estudiantes pensionados a la ciudad de México, egresando

profesionistas capaces que antes no había. Fundó la Casa del Estudiante en México, y

respetaba las garantías constitucionales. Impulsó los ramos de la ganadería minería y

agricultura, construyó diversos edificios escolares en La Paz y las zonas rurales.

Al término de su gestión Don Agustín se retiró a la vida privada a administrar sus

ranchos ganaderos, herencia de sus antepasados. Una tarde de verano, 11 de Junio de 1971,

a la edad de 84 años, Don Agustín Arriola Martínez, un sudcaliforniano ilustre, cerró sus

ojos para siempre.

...por el placer de escribir...recordar...y compartir...

PD: este crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico el sudcaliforniano y la

revista el compás.



miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIÓ.
POR MANUELITA LIZÁRRAGA.
LA MUJER DESCALZA…DE LARGOS CABELLOS, Y BLANCOS ROPAJES…

Fue la locura aquella madrugada de invierno por la calle Madero… salió de la nada de repente de entre los pinos de aquella antigua mansión, metí el acelerador al vehículo para ganarle a aquella mujer y no atropellarla… ¡no podía yo creer lo que estaba viendo por el retrovisor!; dijo la joven carmelita, todavía con la piel enchinada al recordar… y continuó narrando aquella noche de terror… “con el rostro y los largos cabellos estampados en el cristal trasero del vehículo, ¡me miraba! Aquella horrible mujer estaba trepada en la cajuela; el rostro era calaverico y apergaminado, lo que parecían labios, más bien una oquedad deformados, pegados al cristal, y los ojos muy pelones que hasta parecía que se le salían de las desfloradas orbitas, ¡me miraban!...!me miraba! Chocando sus ojos con los míos”.
Carmelita estaba tan asustada apunto del llanto, y continuó diciendo “estaba tan asustada por aquello que estaba viviendo que no podía gritar ni balbucear si quiera, me quede sin aliento con un nudo en la garganta y ¡los pelos de punta! Acelere aún más y la mujer se fue de lado prendida a la puerta trasera a la derecha encajada entre la cajuela y el guardafangos a punto de caerse, y yo aterrada la seguía mirando por el retrovisor, y ¡ella me sostenía la mirada!, y el carro continuaba su marcha con aquella mujer montada y yo zigzagueando deseando que aquella cosa cayera al suelo.
En un parpadeo, no supe ni como después de más de tres cuadras llevarla trepada viviendo aquello, ¡ya no estaba montada en el carro! Ahora caminaba por un lado del vehículo y me rebasó y se fue delante de mí, pero ¡oh sorpresa, la mujer flotaba lentamente! Iba descalza con el vestido como un camisón blanco largo y una cabellera negra toda desparpajada volándole al viendo y brillándole a la luz de la luna, y se fue flotando por en medio de toda la calle Madero pasando la 5 de Febrero perdiéndose en la oscuridad, preludio del amanecer. Paré en seco el carro, estática, y con las manos endurecida por la tensión y el terror sobre el volante la seguí con la mirada contemplativa hasta que se perdió en la distancia. Por supuesto que ya no continué por ese camino, di vuelta a la calle y me fui a dormir a la casa de mis abuelos rumbo a los olivos, no vaya a serla de malas y me la encuentre otra vez”… termino diciendo la aterrada Carmelita.
Contaba la señora Marillita, la que vivió en frente de la mansión de los pinares por la Madero, que ella tuvo puesto en el mercado y por lo tanto madrugaba porque antes el mercado Madero lo abrían a las cuatro de la mañana y la gente del pueblo madrugaba; que ella ya estaba acostumbrada a ver a esa mujer descalza de la bata blanca; que la primera vez que la vio se espantó mucho, pero después de tanto verla se acostumbró, y hasta se quedaba parada viéndola para ver si se metía en algún lado, pero no se iba flotando por en medio de la calle Madero hasta que se perdía en la distancia; y que si al decir de los mayores esa alma en pena salía de esa casa y de los pinares desde tiempos muy antiguos, pero que nadie sabía decir su historia.
… y la larga cabellera le brillaba a la luz de la luna volando desparpajados camisón y cabellos al viento… no dejaba huella por que flotaba aunque iba descalza perdiéndose en la distancia rumbo al más allá…

…por el placer de escribir…recordar…y compartir…

FACEBOOK: LA PAZ QUE SE PERDIO
“AQUEL VIEJO PESCADOR...Y EL CICLON DEL 59”.
¡llegó Polencho!...!llegó Polencho!...llena de alegría gritó mi madre, asomando sus cabezas por cercos y ventanas las vecinas...aquella tarde del siete de septiembre de 1959, mi hermano, el pescador, después de un largo día de faena en el mar, llegó cargado a la casa...la desabrochada camisa se la volaba el viento...con el pantalón arremangado hasta las rodillas y el rojo paliacate anudado a su cabeza apenas podía la palanca al hombro, donde colgaban lindos pescados...dos grandes garropas, un mero y dos pargos colorados, una canasta de ciruelas y otra de pitahaya así como un balde de cayos de hacha...bajó todo aquello diciendo: “vengo por la carretilla porque también agarré una caguama y cortaron los dátiles en los palmares y me dieron cuatro racimos...!voy por ellos!”. Es para no creerse, cuanta alegría había esa tarde en casa, ni señales había siquiera del ciclón...todo estaba en calma.
Mis pasos se escuchaban presurosos por el andador costero del malecón...regresaba de la escuela aquella noche del siete de septiembre del 59...caminaba a la altura de la casa del “Tanayo”, un hombre industrioso con historia en La Paz. Serían como las 8 y cuarto de la noche...esa tarde había tenido clase de contabilidad y cálculo mercantil impartida por el profesor Ebodio Balderas en la Escuela de Enseñanzas Especiales Número 27, la que fundó y era directora la emérita señorita Concepción Casillas Seguame. Al otro día a las siete de la mañana tendría prueba de español y literatura con el inolvidable profesor Manuel Torre Iglesias. Con las libretas bajo el brazo admiraba el maravilloso espectáculo que ofrecía a mi vista en aquellos momentos el cielo y el mar; el mar estaba tranquilo con su marea alta...el agua parecía un espejo que duplicaba las imágenes de las pequeñas embarcaciones de vela...el cielo lucía bellísimo aborregado de blancas nubes, más bien acolchonadito, por más que buscaba la luna y las estrellas no las encontré, y se reflejaba en aquel espejo de cristalinas aguas el cielo tan hermoso...ni señales de chubasco.
Caminaba en medio de aquella ensoñación y de repente un airecillo empezó a soplar, volando mi larga cola de caballo, meciendo y arrullando las palmeras del malecón...las olas empezaban a reventar suavemente contra la banqueta del muro costero como aumentando su fuerza... al pasar por los ocho grandes arboles de álamo, que se enseñoreaban y eran punto de referencia para los habitantes de la época en Marquez de León y Abasolo, el ruido de su follaje parecían susurros en mis oídos presagiando tormenta...como si se estuvieran despidiendo, como presintiendo que ya no los volvería a ver...apresuré el paso bajo aquel cielo aborregado...todo el ambiente era normal, llamando mi atención la parvada de tijeretas y gaviotas buscando refugio en tierra, a esas horas de la noche...las calles era obscuras, como de costumbres; las batientes de la cantina “La jaiba” de Don Mario Verdugo y de “La luna bar”, de Don Pedro Alvarez se abrían y cerraban donde salían volando a patadas algunos señores peleoneros, generalmente eran pescadores del Manglito y El esterito.
Temerosa, abrazando mis cuadernos, al fin llegué donde había luz que era en la tienda “La voz del manglito” del chinito Santiago Unzón. Me quedé parada bajo la pálida luz del foco, como agarrando aire...porque me esperaba otro trecho obscuro...pasando por la cantina “La copa cabana” de Don Pilarillo Carballo y donde está ahora la Escuela Rosendo Robles también estaba muy obscuro. Allí era un solar baldío y contaba la gente que salía un caballo prieto sin jinete reparando y relinchando terroríficamente, pelando tamaños dientes, que fueron muchos los espantados, pero tenía que pasar por ahí, bajo aquel hermoso cielo acolchonadito, pegando en mi rostro aquel airecillo perfumado a brisa de mar...el arbolito manglito dulce que estaba en el solar donde es ahora una maquiladora, y que dio origen al nombre del barrio El manglito, se mecía con el viento...como despidiéndose también...ni señales de chubasco se miraban.
Al fin llegué a mi añorado hogar, y al abrir el zaguán ¡que felicidad!...golpeó mi nariz aquel exquisito aroma a fritanga de pescado, café de grano y a tortillas de maíz y de harina; despertando en mi un apetito atroz...mis ojos no podían dar crédito a lo que estaba a la vista...!el corredor estaba inundado de aquellas cosas que había traído aquel viejo pescador...caguamas, garropas, meros, pargos colorados, callos de hacha, dátiles, pitahayas y ciruelas del mogote!. Y por si fuera poco, la gran cazuela donde hacían la capirotada estaba sobre el petril de la encalada hornilla de lumbreantes tizones atascada de tronchas de pescado frito, pargo y garropa con todo hueso y cuero. Así se freía antes el pescado. Había también un molcajete de salsa con tomates y chiles gueritos tatemados en las brasas, un cazuelón de frijoles caldudos y la jarra de café de talega. El hermoso y amado rostro de mi madre se vislumbraba entre el humo tras las hornillas, echando tortillas a mano de maíz y de harina. Aventé los cuadernos y me puse a disfrutar de aquel manjar...recordaba con nostalgia a mi perro viejo El pachuco, que por esas fechas hacía un año había muerto atropellado por un carro.
Esa noche del siete de septiembre, después de cenar, y hacer mi tarea de taquigrafía a la luz del farol, hasta jugamos a la oca y a la lotería...ni siquiera nos imaginábamos lo que venía...en la madrugada del 8 de septiembre ya teníamos el ciclón con todas sus fuerzas...era uno de los meteoros de los más devastadores, claro que no como el de 1918, ni como el de 1941, a decir de los pescadores ¡que hermoso me pareció, todo estaba iluminado por la luz de San Thelmo!, decía mi padre, aguerrido lobo de mar...mi madre me metió dos cintarazos porque estaba encaprichada en irme a la escuela en medio de ese chubasco, pues yo nunca había vivido la experiencia de un ciclón; y el profesor Manuel Torres Iglesias, era muy estricto. Por la casa y los techados ni nos preocupábamos, pues mi papá ya la tenía asegurada, como era la costumbre en estos meses de agosto y septiembre, al fin marinero de gran experiencia, nomás entraban estos meses y empezaba a cruzar la casa con cables o fuertes mecates amarrándolos de los troncos de los árboles y puntas de fierro en el suelo. En cuanto a comida, menos preocupación teníamos. Esta tarde mi hermano el pescador por fortuna había abastecido bastante. En cuanto al agua para tomar, pues ahí estaba el pozo de cinco metros de profundidad con metros de agua dulce y cristalina y también tuvieron mucho cuidado en taparlo para protegerlo, en cuanto a las aguas broncas tampoco eran problema, pasaban por donde tenían que pasar, POR LOS CAUCES NATURALES DE LOS ARROYOS. Arriba del paredón estaba la casa y el pozo de agua, y por un lado pasaba el arroyo por debajo del alcantarilla...!que tiempos!.
Por las rendijas de las ventanas mirábamos los árboles como arañitas en el suelo...otros eran levantados de cuajo y volaban al cielo...pero las casitas ni las agarraba el viento...ahora cualquier lluvia que cae deja un cochinero en las calles porque los arroyos están invadidos, algunos otros han desaparecido...le pido a Dios que no vuelva a haber otro ciclón de los grandes, pues todas esas casas desaparecerían como el ciclón Liza y el arroyo buscaría su cauce natural. Cuando el ciclón del 59 cesó, únicamente se hundieron algunas embarcaciones y otras se vararon, arrancó de cuajo las palmeras y los árboles de la India que embellecían el malecón así como los ocho antiguos álamos que a mi paso sentí que de mí se despedían. Asimismo, a la casa de Doña Bartola le cayó un eucalipto encima, la casita estaba entre las palmeras en Allende y Alvaro Obregón...también arrancó de cuajo el manglito solito que dio origen al nombre del barrio, y que contaban los mayores que salía un enano dando saltos perdiéndose entre los pitahayales entre la obscuridad de la noche...tumbó también la torre y el reloj que embellecían el parquecito Cuauhtémoc y no pasó a mayores. El ciclón del 59 es uno de los más fuertes antes del fatídico Liza del 30 de septiembre del 76.
...La camisa la volaba el viento...el pantalón arremangado hasta las rodillas...el paliacate amarrado a su cabeza y con la palanca al hombro cargada de pescado, un tronazón de talones de aquel viejo pescador se escuchaba entre las susurrantes palmeras del barrio de pescadores El manglito.

                                             “Por el placer de escribir…recordar…y compartir…”



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