miércoles, 5 de abril de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA AHORCADITA DE TODOS SANTOS...EN LA HISTORIA Y LA LEYENDA”

·        SU TUMBA A LA VERA DEL CAMINO BAJO EL PALO BLANCO, ES UN PUNTO DE REFERENCIA Y DE FE...NO TIENE EPITAFIO, SOLO UN LETRERO CON EL NOMBRE...LA AHORCADITA.
·        ENTRE OTROS DONES, SEGÚN SE DICE, EL PRINCIPAL QUE CONCEDE ES QUE LAS MUJERES ESTERILES PUEDAN TENER HIJOS.
·        MATILDE MARTINEZ FUE SU NOMBRE
·        SUCEDIÓ EN TODOS SANTOS, EN LA ULTIMA DECADA DEL SIGLO XVIII...CON LA MANO DEL METATE LE DIO MUERTE SU SUEGRA, Y ESTABA EMBARAZADA
·        SON MUCHOS LOS TESTIMONIOS QUE PORSU MARTIRIO LA GENTE LE ATRIBUYE MILAGROS
·        PERO PARA LOGRAR UNA PETICION, SE TIENE QUE CAMINAR REZANDO, PIDIENDO POR EL NIÑO QUE NUNCA NACIO,  POR DONDE LA ARRASTRARON EN UN CUERO DE VACA, DESDE EL LUGAR DE LOS HECHOS HASTA DONDE ESTA EL ARBOL DONDE LA COLGARON
·        JUNTO A LA TUMBA NACIERON CUATRO BROTOS HACE MAS DE CIEN AÑOS, NUNCA CRECIERON Y SIEMPRE ESTAN VERDES, LA GENTE DICEN QUE SIMBOLIZAN LOS CUATRO MESES DE EMBARAZO DE MATILDE LA AHORCADITA


Doña Clotilde Monteverde, nativa de Todos Santos, hermosa y tierna muchacha antigua de 90 años de edad, cuenta la historia de La ahorcadita....Dice que su mamá Doña Rosario Cota de Monteverde le contaba que eran aquellos años de abundancia en la tierra de cañaverales, trapiches y molinos de caña movidos por bestias; tierra perfumada a mango maduro y limoneros...en la huerta “La diabla”, vivió Matilde Martínez con su esposo y su suegra y un hermano de su esposo que estaba mongolito; Matilde estaba recién casada, y era una agraciada joven de 18 años quien se dice, tenía cuatro meses de embarazo. Su suegra, era muy celosa.

Que aquella mañana de la fatal tragedia, el esposo de Matilde se fue a la labor a los cañaverales, como era su costumbre. Matilde tenía un sembradío de calabazas, entre otras hortalizas, y las calabazas se dieron muy grandes y hermosas en esa temporada de cosecha...que aquella mañana Matilde extasiada contemplaba su huerta, fruto de su esfuerzo mientras paladeaba una taza de aromático café. La celosa suegra, quien cuidaba todos sus movimientos, la camelaba; y quiso la mala suerte que en ese momento, montando en brioso corcel  iba pasando el joven Adolfo Monteverde, saludó a Matilde y le dijo “!Que chulas están tus calabazas Matilde!”, y el joven siguió su camino, pero la suegra que escuchaba, quien estaba moliendo nixtamal en el metate, muy airada le dijo a Matilde “!Eres una coqueta!”, y empezaron a discutir, y al calor de las palabras, la mala mujer se lanzó sobre Matilde  y la golpeó en la cabeza con la mano del metate, hasta que la pobre muchacha quedó inerte tendida en el suelo junto a las hornillas, de las que según se dice, quedan sus ruinas, dijo Doña Cloty.

Con tristeza, la tierna viejecita  añadió que la suegra estaba muy asustada por la magnitud de lo que había hecho, ante la presencia de su hijo menor, retrasado mental, quien sin comprender los hechos, aterrado, miraba la escena...a la pobre muchacha con su pancita al cielo, tirada en el suelo, con el cráneo desbaratado, escurriendo la sangre, la que el perro lamía...luego la mala mujer, en su desesperación trató de simular un accidente; tumbó la ramada y la dejó caer sobre Matilde...y así transcurrió todo el día en la huerta La diabla, la que estaba envuelta en la tragedia, hasta que al caer la tarde llegó el esposo de la muchacha y se encontró con esa fatalidad. Su mamá intentó desvirtuar las cosas, pero todo era muy obvio. El hijo, ante los hechos, no le quedó más remedio que apoyar a su madre.

Y cuentan que madre e hijo, pusieron el cuerpo de la ahorcadita en un cuero de vaca, y que lo arrastraron por todo el monte a altas horas de la noche, alumbrándose con palmas encendidas mientras toda la gente del pueblo de Todos Santos dormía. Entre aullidos de perros, caminaron como cinco kilómetros, desde la huerta La diabla, lugar de los hechos, hasta el gran arbolón de Palo Blanco, perdido en el monte en aquel tiempo, luego la colgaron, para que creyeran que ella se había suicidado, o que quizás otra persona lo hizo. Nadie se dio cuenta en aquel tiempo de lo que estas malas personas andaban haciendo con aquella pobre mujer embarazada.

Fue hasta después de ocho días que un niño encontró el cadáver colgado en el árbol ya en estado de descomposición, otros dicen que fue el hijo de Porfirio el que la encontró. Los habitantes de Todos Santos de  aquel tiempo quedaron consternados por el brutal asesinato. Luego fueron las autoridades a ver los hechos, y bajaron el cuerpo de la ahorcadita del árbol, y ahí mismo la sepultaron. En las investigaciones, el muchacho retrasado mental descubrió a la asesina, o sea, a su propia madre, horrorizado a señas señalaba a su madre y decía que con la mano del metate, así y asá, la había golpeado y lo demás ya fue todo fácil. Cuentan, que madre e hijo los mandaron a la cárcel de Santa Rosalía donde la mujer murió después de un tiempo, y el esposo de Matilde cumplió su condena, salió y se perdió en el tiempo y el olvido.

Al tiempo, continua diciendo Doña Cloty, que la ahorcadita salía vestida de blanco por esos caminos reales lamentándose y llorando un niño...la gente piadosa, le llevaba flores a su tumba, la que era un promontorio de tierra sin nombre ni fecha, le rezaban para que su alma descansara, y así, le fueron haciendo peticiones y ella concediéndole; principalmente a las mujeres que no se podían preñar, dijo, pero que al pedir el deseo, tienen que hacerlo pidiendo por el niño que nunca nació, por su martirio, y rezando, caminando por todo la brecha por donde arrastraron a la ahorcadita, hasta llegar al árbol donde está sepultada, y hacerle una promesa, una ofrenda, algo para bebé, y cumplirle, porque también se dice, si no le cumplen, se cobra. Que son muchos los testimonio de mujeres que no podían tener hijos, le pidieron a la ahorcadita para que interviniera ante Dios y la Virgen y ahora tienen varios muchachos.

Don Adolfo Monteverde, el que chuleó las calabazas de Matilde, y que sin proponérselo ocasionó esta tragedia que dio paso a la historia y la leyenda en Todos Santos era su abuelo, termino diciendo Doña Cloty, añadiendo que ahora es ejido, por esos lugares y están desmontando para poblar esos terrenos, que ojalá que no quiten esa tumba de la ahorcadita, porque es una tradición y leyenda de los Todosanteños.  Casualmente, esa mañana iba llegando a la tumba de la ahorcadita una numerosa familia a dejarle una ofrenda, la señora Rosa Isela Morales dijo que ella tenía más de diez años de casada y no podía tener hijos a pesar de todas las luchas y tratamientos que se hizo, y que le pidió a la ahorcadita el que pudiera concebir y que ya tiene dos hijos gracias a Dios, que le consta que son muchas las mujeres que han recibido este beneficio; que un señor de Todos Santos tenía un apuro muy grande de vida o muerte, y que dijo que solo encontrándose un tesoro, o sacándose la lotería podría salir de este pendiente; le pidió a la ahorcadita y se sacó la lotería y fue él quien le mandó hacer la tumba. Terminó diciendo la joven señora con su hijo en brazos, Rosa Isela Morales...dice Doña Cloty que a través de los años, son muchos los espantados, que han escuchado en noches oscuras, como que arrastran un cuero por el camino, y que casualmente, pasan junto a su casa...y que algunos valientes se han atrevido a investigar el origen de esos ruidos, y sólo ven como una visión, una procesión de palmas encendidas.

La ahorcadita...es una tradición y leyenda todosanteña.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…




*Esta leyenda fue publicada en los prestigiados medios de comunicación: periódico el sudcaliforniano, revista el compás y centro de radio y televisión hace más de 15 años.*






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