miércoles, 5 de abril de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“DON VICENTE DOMINGUEZ JORDAN...PIONERO EN EL AUTOTRANSPORTE...CABALGA EN LAS BRUMAS DEL TIEMPO”

  • NACIO A LA VIDA TERRENA EL 5 DE ABRIL DE 1931.

  • COMO UN SENTIDO HOMENAJE AL EXCELENTE SER HUMANO QUE ME DIO SU APOYO MORAL Y FORTALEZA CUANDO MAS LO NECESITE…DIOS LO TENGA EN LA GLORIA.


            Esa cálida tarde del domingo 02 de Julio del año 2000, en el panteón de Los San Juanes, el sol inclemente golpeaba los afligidos rostros de la familia Dominguez Cota y demás familiares y amigos, quienes acompañaron el cortejo fúnebre en el último adiós en ese viaje sin retorno...en el corazón de su esposa e hijos y de todos los ahí presentes, retumbaban las últimas paletadas de tierra que caían sin misericordia sobre el tétrico féretro conteniendo los restos mortales de su señor padre y esposo, don Vicente Dominguez Jordán, en el marco de hermosos arreglos florales, de rezos, música, llantos y varias decenas de taxis del sitio Triángulo Verde quienes hicieron sonar los claxons de sus vehículos en señal de despedida, al amigo y compañero, quien fue de los pioneros de la fundación de este sitio, y que falleció el 01 de Julio del año que corre, a la edad de 69 años, después de una penosa enfermedad, adelantándose en el camino a rendir cuentas al creador.

            A través de una cortina de lágrimas, danzaban multitud de flores, de rostros y recuerdos...bellos recuerdos sobre mi cuñado y compadre Don Vicente Dominguez Jordán, un hombre cabal, a toda ley, ejemplar esposo y padre de familia, honrado y trabajador, y que perteneció a la legión de “María Santísima” en la capilla de San Martín de Porres, siendo muy apreciado por todos los legionarios. Don Vicente Dominguez es descendiente de honorable y conocida familia, originarios de San Juan de la Costa: Los Jordanes. En 1840, el francés don Pedro Jordán Fay, tatarabuelo de don Vicente, por azares del destino, llegó en un galeón pirata a San Juan de la Costa, rancho que era propiedad de la familia Orantes. Venía moribundo, motivado por el amotinamiento de la tripulación sucedido en el galeón; don Pedro se arrojó al agua, y después de intensa búsqueda por los piratas, lo dieron por muerto. Metido en el hueco del tronco de un gran árbol lo encontró la señorita Joaquina Orantes, quedando prendados uno del otro. Ella le brindó su ayuda salvándole la vida, y al tiempo, después de un bonito romance se unieron en matrimonio. Bendijo el creador su hogar con seis hijos, Serapio, Lino, Ramón, Rosalía, Manuel y Teresa.

            La vida cotidiana en San Juan de La Costa, era muy hermosa y tranquila; estaba plagada de gratas experiencias y anécdotas. Don Pedro Jordán, nunca habló el español. A los 105 años falleció, lanzándose al mar, el tenía la ilusión de volver a Francia, su tierra natal. Está sepultado en San Juan de arriba. Don Vicente Dominguez Jordán desciende de don Lino Jordán Orantes, quien contrajo nupcias con la señorita Sacramento Camacho Espinosa, nativa del pintoresco e histórico pueblo minero San Antonio, quienes procrearon doce hijos: Francisca, Magdalena, Santana, María, Lucía, Cristina, Paula, Serapia, Luz, Antonio, José y Eugenio. Por aquella época, en San Juan de la Costa el hogar de la familia de las Jordanes, era una escuela de las artes manuales donde destacaba el arrojo e ingenio de la familia, a quienes no se les ataba las manos para realizar todo tipo de labores que cubrían las necesidades de ese tiempo.



            Pasaron los años, y una tarde de verano del año de 1920, los tizones quedaron encendidos en las hornillas allá en San Juan de la Costa, toda la familia tuvo que salir de urgencia porque su anciano padre, don Lino Jordán le atacó una rara enfermedad, embolia, y se trasladaron a esta ciudad de La Paz en el barco el Mavari, de los Abaroa. Fue así como la familia Jordán Camacho llegaron a esta ciudad de La Paz. Trabajadoras, como fueron las Jordanes, se dedicaban a la costura, tejido de palma, en lo que era especialistas, así como un sinfín de cosas. Al paso del tiempo, doña Serapia Jordán se unió a don Luis Dominguez Gómez quienes procrearon dos hijos: Vicente y Magdalena, y al fallecer la esposa de su sobrino Antonio Gutiérrez Jordán, doña Trinidad Alvarez  Murillo, quien dejó tres hijos en la orfandad: Paz, Carlos y Rosita de escasos seis, cinco y dos años. Doña Serapia los crió al calor de su hogar y de sus demás hermanas, creciendo los cinco niños como hermanos.

            Vicente Dominguez Jordán nació en La Paz, BCS el 5 de abril de 1931 en Belisario Dominguez #870. La feliz infancia de Vicente transcurrió en aquella Paz de ensueño...época de las perlas, de la pesca del tiburón, entre tantas otras cosas...La Paz era como un rancho grande...cursó su primaria en la Escuela Número 27 ahora Ignacio Allende, luego a falta de secundaria fue a la escuela Industrial donde aprendió diferentes oficios muy útiles para la formación de los jóvenes y para las necesidades de la época...Vicente practicaba el deporte, cruzaba a nado hasta el mogote, en competencia con sus hermanos y amigos y le encantaba la pesca. Fue un magnifico remero de los botes de vela. Hacían competencia de partir leña y de jalar agua para hacer “lagarto”, ya que los muchachos de aquel tiempo eran muy fornidos y les gustaba lucir con orgullo a las muchachas las musculaturas. Vicente en su sana juventud fue capitán del equipo de beisbol “Los Verdes”, y siempre tuvo la inquietud de tener un vehículo de su propiedad lo que logró al fin con el esfuerzo de su trabajo siendo de los fundadores del sitio Triángulo Verde en el que llegó a ocupar importantes cargos en la mesa directiva.

            Era época de bonanza en La Paz, los pregoneros los pitidos del barco de cabotaje así como de la Industrial y de la tenería Suela Viosca dando la hora, inundaban aquel ambiente tan familiar donde todos los habitantes de La Paz éramos como una gran familia, todos nos conocíamos y andábamos muy contentos. En 1942 fue el primer intento de fundar el Valle de Santo Domingo con más de trescientas familias sinarquistas procedentes de Acambáro Michoacán, encabezado por Salvador Abascal. Proyecto que después de un año de muchas penalidades y esfuerzos no prosperó regresando a su lugar de origen la mayoría de las familias  y quedando algunos en esta hermosa tierra, como don Julián Rivera, Don Jesús Martínez, Familia Caballero, Castañeda, Ramírez, Villegas, entre otros, gente productiva que se unieron al desarrollo de Baja California Sur con sus amplios conocimientos en agricultura, herrería, tejido de lana y de hilados, etc., y Vicente contaba con once años cuando los sinarquistas vendían por las callecitas de La Paz cobijas de lana terciadas en los hombros elaboradas por ellos mismos en rudimentarios telares y Vicente al igual que otros niños de su edad trabajaban en las piscas de las huertas sembradas por estos laboriosos señores y que fueron famosas en La Paz.

           



En 1947, diez familias procedentes del interior de la República fundaron por segunda vez María Auxiliadora quienes con su esfuerzo y amor a la tierra le arrancaron de sus entrañas el fruto, inundando de copos de algodón y de espigas doradas el Valle de Santo Domingo, iniciando toda una época de bonanza en la década de los 50. Y don Vicente Dominguez fue de los pioneros en el acarreo del trigo, algodón, mascarrote, fertilizante, cártamo y otros productos, así como de los primeros socios fundadoras de la línea de carga de Baja California Sur, siendo secretaria doña Margarita Chávez, la Bache, de una gran trayectoria y gratos recuerdos. También fueron secretarias la señoritas María de La Paz Lizárraga y posteriormente Chuyita Tapiz, quienes con su eficiencia, estos señores del transporte tenían listos en tiempos y forma las guías y facturas para el traslado de la carga en camiones de redilas de cuatro llantas, cuando era brecha la Transpeninsular y solamente cabía un vehículo rabón y tardaban de tres a cuatro días para llegar a su destino y tenían que llevar de repuesto bidones de gasolina para el camino. La carga la movían, desde el crucero colonia de La toba, santo Domingo y Comondú hasta la INALAPA aquí en La Paz donde dejaban el algodón en greña y ahí era procesado en las modernas despepitadoras y convertidos en pacas de algodón, así como el trigo lo dejaban en los almacenes de depósito en la aceitera, de donde luego era transportado al muelle fiscal para ser embarcado en los históricos barcos mercantes del ayer, con destino al macizo continental y al interior de la república. ¡Había tanto trabajo!, circulaba el dinero por todos lados, pachucos y monedas de plata ley 0720, eran tiempos buenos en La Paz y todavía no había tanta delincuencia, ni tantos divorcios, ni tanta violencia.

Con la llegada del primer transbordador La Paz, un legado para el pueblo, en el año de 1964, se abrió “UN CAMINO SOBRE EL MAR AL SERVICIO DE LA PENINSULA DE BAJA CALIFORNIA”, siendo presidente de la República Mexicana el  Licenciado Adolfo López Mateos y gobernador del entonces territorio de Baja California Sur, el general Bonifacio Salinas Leal;  estrenándolo los transportistas, llevando el primer viaje de pacas de algodón producida en el Valle de Santo Domingo, conducidas con muchos esfuerzos por aquellas pedregosas brechas por choferes  de la primer línea de carga que hubo en La Paz, entre otros, don Vicente Dominguez y su hermano Carlos Gutiérrez Alvarez, fue así como dio inicio otro tipo de  desarrollo de nuestra entidad porque empezaron a llegar camiones y trailers con mercadería y turistas del macizo continental, los resultados están a la vista. Posteriormente llegaron los transbordadores: azteca, Puerto Vallarta y Coromuel para incrementar la flota y mejorar el servicio, siendo también legados al pueblo sudcaliforniano por el entonces presidente Lic. Gustavo Díaz Ordaz; cambiando totalmente el panorama en la península, en lo económico, político y social. Si se hubiera formado un comité entre pueblo y gobierno para la administración de estos barcos, que eran de los sudcalifornianos, otra cosa sería.

Quedó en silencio para siempre la torre del vigía y el histórico muelle fiscal que fue el puntal de progreso y desarrollo en Baja California Sur desde la segunda década del siglo 18, hasta 1964 con la llegada del transbordador, quedando mucha gente sin trabajo, quienes buscaron otras opciones, entre ellos don Vicente Dominguez en el ramo de servicios de taxis en el triángulo verde. Por esos años afloraron el amor y las ilusiones en el joven corazón de don Vicente y contrajo matrimonio con la señorita María Cota bendijo esa unión el creador con 9  hijos: Rigoberto, Carmelita, Magdalena, Francisco Javier, Francisco Antonio, Vicente, Ángela Patricia, Luis y Oscar, a quienes con el invaluable apoyo de su esposa educaron bajo las normas mas estrictas dentro de la religión católica cristiana haciendo de ellos ciudadanos profesionistas que contribuyen al desarrollo de nuestra entidad y quienes les dieron la alegría de incontables nietos, y bisnietos así como nueras y yernos siguiendo el buen ejemplo de sus padres don Vicente y María.

…Y por las pedregosas brechas y polvorientos caminos del valle de Santo Domingo y lugares agrícolas aledaños…transitaban los antiguos camiones de redilas cargados del oro blanco y la espiga dorada (algodón y trigo) con destino a La Paz para ser embarcados en el muelle fiscal rumbo al macizo continental en los legendarios barcos mercantes que hicieron historia en sudcalifornia…



…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…





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