lunes, 27 de noviembre de 2017


LA PAZ QUE SE PERDIÓ.
POR MANUELITA LIZÁRRAGA.
LA MUJER DESCALZA…DE LARGOS CABELLOS, Y BLANCOS ROPAJES…

Fue la locura aquella madrugada de invierno por la calle Madero… salió de la nada de repente de entre los pinos de aquella antigua mansión, metí el acelerador al vehículo para ganarle a aquella mujer y no atropellarla… ¡no podía yo creer lo que estaba viendo por el retrovisor!; dijo la joven carmelita, todavía con la piel enchinada al recordar… y continuó narrando aquella noche de terror… “con el rostro y los largos cabellos estampados en el cristal trasero del vehículo, ¡me miraba! Aquella horrible mujer estaba trepada en la cajuela; el rostro era calaverico y apergaminado, lo que parecían labios, más bien una oquedad deformados, pegados al cristal, y los ojos muy pelones que hasta parecía que se le salían de las desfloradas orbitas, ¡me miraban!...!me miraba! Chocando sus ojos con los míos”.
Carmelita estaba tan asustada apunto del llanto, y continuó diciendo “estaba tan asustada por aquello que estaba viviendo que no podía gritar ni balbucear si quiera, me quede sin aliento con un nudo en la garganta y ¡los pelos de punta! Acelere aún más y la mujer se fue de lado prendida a la puerta trasera a la derecha encajada entre la cajuela y el guardafangos a punto de caerse, y yo aterrada la seguía mirando por el retrovisor, y ¡ella me sostenía la mirada!, y el carro continuaba su marcha con aquella mujer montada y yo zigzagueando deseando que aquella cosa cayera al suelo.
En un parpadeo, no supe ni como después de más de tres cuadras llevarla trepada viviendo aquello, ¡ya no estaba montada en el carro! Ahora caminaba por un lado del vehículo y me rebasó y se fue delante de mí, pero ¡oh sorpresa, la mujer flotaba lentamente! Iba descalza con el vestido como un camisón blanco largo y una cabellera negra toda desparpajada volándole al viendo y brillándole a la luz de la luna, y se fue flotando por en medio de toda la calle Madero pasando la 5 de Febrero perdiéndose en la oscuridad, preludio del amanecer. Paré en seco el carro, estática, y con las manos endurecida por la tensión y el terror sobre el volante la seguí con la mirada contemplativa hasta que se perdió en la distancia. Por supuesto que ya no continué por ese camino, di vuelta a la calle y me fui a dormir a la casa de mis abuelos rumbo a los olivos, no vaya a serla de malas y me la encuentre otra vez”… termino diciendo la aterrada Carmelita.
Contaba la señora Marillita, la que vivió en frente de la mansión de los pinares por la Madero, que ella tuvo puesto en el mercado y por lo tanto madrugaba porque antes el mercado Madero lo abrían a las cuatro de la mañana y la gente del pueblo madrugaba; que ella ya estaba acostumbrada a ver a esa mujer descalza de la bata blanca; que la primera vez que la vio se espantó mucho, pero después de tanto verla se acostumbró, y hasta se quedaba parada viéndola para ver si se metía en algún lado, pero no,  se iba flotando por en medio de la calle Madero hasta que se perdía en la distancia; y que si al decir de los mayores esa alma en pena salía de esa casa y de los pinares desde tiempos muy antiguos, pero que nadie sabía decir su historia.
… y la larga cabellera le brillaba a la luz de la luna volando desparpajados camisón y cabellos al viento… no dejaba huella por que flotaba aunque iba descalza perdiéndose en la distancia rumbo al más allá…
…POR EL PLACER DE ESCRIBIR…RECORDAR…Y COMPARTIR…
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sábado, 25 de noviembre de 2017

..Tiempos que no volverán..
..Tiempos de jauja en San Carlos del ayer..
..Miles de toneladas de maíz, trigo y otros productos se embarcaban en el MARIKA, a diferentes partes del mundo..en El San Carlos del ayer..pintoresco pueblo de gente trabajadora..gente de mar..
Miles de toneladas de atún se embarcaban en el MARIKA, además de otros productos , a diferentes partes del mundo..tiempos de bonanza que no volverán..
Mucha actividad en el muelle portuario ..En San Carlos del ayer..recordar es vivir..
..Eran los tiempos aquellos..en el muelle portuario del San Carlos del Ayer..
..Barcos sardineros en Puerto San Carlos..del Ayer..
..En el San Carlos del ayer..y en el de ahora también...Las bugambilias también florecen..

viernes, 24 de noviembre de 2017

Teniente de marina José Antonio Mijares defensor de la soberanía nacional en sudcalifornia ante la intervención extranjera...falleció en combate el 21 de noviembre de 1847, y sus restos mortales descansan en San José del Cabo B.C.S. donde falleció.
LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“EN SUS 65 ANIVERSARIOS...LOS ARCOS...UN HOTEL DE EVOCADORES RECUERDOS”.
• EL HOTEL LOS ARCOS SE INAUGURO EN NOVIEMBRE DE 1952
• “EL CHORRITO”, LE LLAMABAN A ESTE LUGAR...YA QUE HABIA UN OJO DE AGUA DULCE QUE CORRIA AL MAR
• HERNAN CORTES Y SUS HUESTES SE ABASTECÍAN DE AGUA DULCE EN EL CHORRITO....TAMBIEN DON FRANCISCO DE ORTEGA Y VIZCAINO; ASI COMO LOS PIRATAS QUE VENIAN A SEPULTAR SUS TESOROS, ADEMAS DE LOS BUSCADORES DE PERLAS, ANTE EL ENOJO DE LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS.
• AL PASO DE LOS AÑOS, LOS PESCADORES Y DEMAS PERSONAS, HACIAN COLA EN EL CHORRITO PARA SURTIRSE DE AGUA DULCE.
• EL CHORRITO, DONDE AHORA ESTA EL HOTEL LOS ARCOS FUE PROPIEDAD DE DON SALOME FLORES....BAJO LA EVOCADORA PALMERA TENIA UNA TIENDITA QUE SE REFLEJABAN EN LAS CRISTALINAS AGUAS QUE CORRIA DEL CHORRITO HACIA EL ESTERO DEL MAR...
• ES UNA LASTIMA QUE EL EMBLEMATICO HOTEL LOS ARCOS CONTINUE EN HUELGA DESDE HACE YA NUEVE AÑOS.

Era La Paz de antaño, de la música y el romance, de molinos de viento, huertas de árboles frutales, barcos mercantes y de perlas todavía... un día como hoy del mes de Noviembre de 1952, hace ya 65 años, donde antes fue propiedad de Don Salomón Flores se inauguró el moderno Hotel Los Arcos...cuando La Paz tenía unos 12,500 habitantes...cuando el alegre pitido de los barcos mercantes inundaban aquel ambiente, al vuelo de la campana en la torre del vigía, en el histórico muelle fiscal, de gratos y evocadores recuerdos, sus propietarios fundadores fueron en sociedad los jóvenes empresarios que confiaron en las bondades de esta hermosa tierra de prodigio...Don Sabino y Antonio Pereda, así como Don Casto Verdalles. El Hotel Los Arcos inició con diez cuartos y el primer huésped en el cuarto No. 3, fue el doctor Orrálei, quien era propietario de una clínica en San Diego California, le encantaba venir a descansar y disfrutar de la pesca deportiva, de los bellos y cautivadores atardeceres y los cambiantes verdeazules del mar...únicos en el mundo, así como de la cordialidad de la gente y el remanso de la tranquilidad que siempre ha caracterizado a esta hermosísima ciudad de La Paz.
El doctor Orrálei al igual que incontables turistas que se hospedaban en el novedoso Hotel Los Arcos se enamoró de La Paz y compró las famosas huertas de árboles frutales Los Cuatro Molinos, de gratos recuerdos también...y su administrador fue Don Vicente García...al morir los dos, el gobierno absorbió la propiedad y ahora es la Unidad Cultural “Profesor Jesús Castro Agúndez”....incontables turistas extranjeros y del interior de La República venían atraídos por la pesca, las perlas, el comercio y a disfrutar las hermosas playas, el callo de hacha, la almeja, los que abundaban, y los platillos regionales como la caguama y la machaca con tortillas de harina...todos ellos se hospedaban en el Hotel Los Arcos....en esa época, empezaban el auge en Villa Constitución la que también está cumpliendo cincuenta años; época de oro deberás, con el jale del algodón y el trigo, aunque sus inicios se remontan a l año de 1942, con los primeros 300 sinarquistas que llegaron a María Auxiliadora o Plan de Caballos, encabezados por Salvador Abascal...y los turistas meciéndose en las rechinadoras poltronas del Hotel Los Arcos contemplaban el atardecer, interrumpida la imagen de vez en vez por los camiones de redilas cargados de pacas de algodón y costales de trigo, así como de recuas de ganado rumbo al muelle fiscal para ser embarcados al macizo continental.
En aquella época, frente al hotel Los Arcos se miraban las lancha deportivas de Don Rudi Vélez y a los turistas tomándose la foto con los enormes agujones pez vela y dorados que sacaban y luego repartían en trozos ensartados en un cogollo de palma a la gente que iban pasando, ¡qué tiempos!, los amables y eficientes taxistas que ofrecían y ofrecen un buen servicio al turismo, motivo por el cual, siempre volvían, fueron: Rudi Vélez, Lalo Manríquez “Monzón”; Silvino Avilés y Felipe Romero entre otros que escapan a la memoria...y de los empleados fundadores que se recuerdan eran: Irene Carballo, Rafaela y Emilia Cota, Elena Olachea, Paz Gutiérrez Álvarez, Eustaquio Ceballos y la prestigiada señora Doña Chimana de Susarrey, llamada así por familiares y amigos, famosa por su arte en la alta repostería, entre otras personas que también escapan a la memoria.
Recordar el Hotel Los Arcos en sus 65 aniversarios, de ninguna manera puede dejarse de recordar al “Chunique”...yaqui, nativo del Esterito, vestido todo pulcramente de blanco, con su tenderete en la banqueta mostrando las curiosidades que él mismo elaboraba para su venta a los turistas, o cargado de obras artesanales sobre su cuerpo a veces un carey enrollado en la espalda, una sarta de tamboriles cruzándole el hombro, así como caracoles arreglados entre muchas otras obras de los productos del mar como el carey, caracol y concha fina, corales, entre otras cosas que vendía al público a su paso....luego de un tiempo, al Hotel Los Arcos le construyeron cinco cuartos más, debido a la demanda, y después de unos años de operaciones, los socios vendieron el hotel al Señor Coppola, quien era propietario de una línea aérea, y según la vendió para comprar Los Arcos, el señor Verdalles, a quien los empleados le pusieron “EL chorrito”, que porque una vez le preguntaban que sí que estudiaba, y él contestó un chorro de cosas, y al modo de la palomilla le quedó el chorrito. Él se fue a su tierra y los Hermanos Antonio y Sabino Pereda, construyeron el hotel Guaycura con el producto de la venta del Hotel Los Arcos.
Ahora, a través de 65 años, ¡han pasado tantas cosas!, y todo es tan diferente, el Hotel Los Arcos prevalece, gracias a la preferencia del turista y al esfuerzo conjunto de patrones y personal... el progreso se ha impuesto, y ahora Los Arcos cuenta con 182 habitaciones y 130 empleados, que ayer como hoy están debidamente capacitados para brindar atención profesional a los huéspedes.
..Antaño, en el marco de bellos atardeceres, y de pitidos de barcos mercantes atracando en el histórico muelle fiscal, al pasar por el Hotel Los Arcos se escuchaba el rítmico vaivén de las rechinadoras poltronas donde el turista se mecía cómodamente...disfrutando del remanso de las tranquilas aguas de la hermosísima bahía de La Paz, y de la gran cantidad de cardúmenes de sardinas perseguidas al vuelo por los pejegallos.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*

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jueves, 23 de noviembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA TRADICION DEL ADVIENTO”.


         El adviento es una tradición religiosa que comienza cuatro domingos antes de la navidad. Inicia el dos de Diciembre y termina el 24. La costumbre es que cada domingo de adviento se enciende una vela de la corona, de preferencia en familia y se hacen lecturas bíblicas y oraciones. El adviento es una especie de cuaresma. Se celebra tres cosas; la memoria de Cristo que vino encarnado al mundo hace más dos mil años; su venida espiritual constante, porque nunca nos ha dejado; y la esperanza de que vendrá gloriosamente una vez más.

         Las fiestas de la Virgen de la Purísima Concepción y de Santa María de Guadalupe están en medio del adviento y se ve a la Virgen María en actitud de espera del nacimiento de su hijo Jesús. Salmo 35 del profeta Isaías.

         Alégrense el desierto y el yermo
         Que a la estepa salte de gozo y florezca
         Florezca como el narciso
         Salte de gozo de grite de alegría
         Pues se dará la gloria del Líbano,
         El esplendor del Carmelo y del Sarón;
         Y se verá la gloria de Dios
         ¡Fortalecer las manos lánguidas!
         Afianzad las rodillas vacilantes
         Decid a los inquietos:
         ¡Animo, no temáis!
         Mirad, es vuestro Dios, ya viene la venganza
         El desquite de Dios
         Viene él mismo a salvaros
         Entonces se abrirán los ojos de los ciegos
         Los oídos de los sordos se abrirán
         Brincará el cojo como un ciervo
         La lengua del mudo gritará de júbilo
         En el desierto saltarán corrientes de agua
         Y arroyos en la estepa
         El suelo reseco, se cambiará en estanque
         La tierra sedienta en manantiales
         Y el cubil donde se tumbaban los chacales
         Se hará un parque de cañas y juncos
         Habrá allí un camino puro
         Será llamado vía santa
         Ningún impuro pasará por él
         Será solo para los suyos su calzada
         Y ni los simples se desviarán
         No habrá león ahí ni bestia feroz pondrá los pies
         Sólo los redimidos pasarán
         Por él volverán los liberados de Dios
         Entre gritos de júbilo llegarán a Sión
         Una dicha entera coronará su frente
         La alegría y el júbilo estarán a su lado
         Lejos huirán dolor y llanto.

        

..Por el Placer de Escribir. Recordar...Y. Compartir...

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martes, 21 de noviembre de 2017


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MAUELITA LIZARRAGA.
50 ANIVERSARIO DE EL SUDCALIFORNIANO…UN PERIODICO DE GRAN TRADICION EN LA PAZ Y EN EL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA SUR…QUIEN HA CONTRIBUIDO A SU ENGRANDECIMIENTO Y DESARROLLO…
• EL ANTERIOR DE 13 JUNIO CUMPLIO 50 AÑOS EL SUDCALIFORNIANO…SU PRIMER NUMERO QUE SALIO A LA LUZ PUBLICA EL 13 DE JUNIO DE 1967, ASI LO DIJO DON TOMAS LIMON+…Y LA GRAN NOTICIA A OCHO COLUMNAS FUE EL AVIONAZO EN LA PAZ ACAECIDO EL 12 DE JUNIO DE 1967, ENTRE OTRAS NOTICIAS RELEVANTES.
• EL SUDCALIFORNIANO, OFICIALMENTE SE FUNDO EN NOVIEMBRE DEL 69…PERO SUS INICIOS SE REMONTAN AL 13 DE JUNIO DE 1967 FUNDADO POR DON TOMAS LIMON GARCIA+, Y DON MIGUEL LAENZ PEREZ, QUIEN APORTO EL CAPITAL…LUEGO FUE DIRECTOR POR MUCHOS AÑOS DON CARLITOS MORGAN MARTINEZ+ DE GRATOS RECUERDOS…DECANO DEL PERIODISMO EN LA PAZ…Y MAESTRO DE UNA PLEYADE DE PERIODISTAS. 
• DON CARLOS MORGAN MARTINEZ+ DECANO DEL PERIODISMO EN LA PAZ, FUE SU SIGUIENTE DIRECTOR POR MUCHOS AÑOS. 
• EL SUDCALIFORNIANO, FUE Y ES UNA ESCUELA DONDE SE FORMARON PERIODISTAS DEL VIEJO CUÑO, Y DON CARLITOS MORGAN FUE SU MAESTRO. 
• DON MARIO VAZQUES RAÑA+… ADQUIRIO EL SUDCALIFORNIANO EN 1989. EL PRIMER NUMERO QUE SALIO A LA LUZ PUBLICA EL 13 DE JUNIO DE 1967, FUE EL AVIONAZO EN LA PAZ, ASI LO DIJO DON TOMAS LIMON+. 
• EL LIC. JOSE ESCOBAR GARCIA DIRIJE ATINADAMENTE CON PROFESIONALISMO Y EFICIENCIA EL SUDCALIFORNIANO EN BAJA CALIFORNIA SUR DESDE HACE VARIAS DECADAS, ENATECIENDO LA LIBERTAD DE EXPRESION, CON UN GRAN EQUIPO DE PRESTIGIADOS PERIODISTAS, REPORTEROS, FOTOGRAFOS, COLABORADORES, Y DEMAS PERSONAL. 
• UN PESO FUE SU COSTO…UNO DE LOS PRIMERO VOCEADORES LO FUE EL CELEBRE “PAN DE VAPOR”…EL SEÑOR GERMAN CORONA UN PECULIAR PERSONAJE EN LA PAZ. 
• EL SUDCALIFORNIANO…VOCERO DE INTEGRACION TERRITORIAL FUE SU ESLOGAN…EL ACTUAL ESLOGAN ES…DIARIO QUE FORMA OPINION EN BAJA CALIFORNIA SUR. 
• EL DOMICILIO FUNDADOR DEL SUDCALIFORNIANO FUE EN EL CALLEJON ESQUERRO…Y EL EDIFICIO ACTUAL FUE DE MI FAMILIA…DE MI PADRE DON BERNARDO LIZARRAGA TIZNADO QUIEN PRIMERO SE LO RENTRABA A DON CARLITOS MORGAN, Y LUEGO SE LO VENDIO.
• FORMADOR DE PERIODISTAS, FUE Y ES EL SUDCALIFORNIANO, QUIEN HA CONTRIBUIDO AL ENGRANDECIMIENTO Y DESARROLLO DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA SUR, Y ES FUENTE DE TRABAJO PARA UN GRAN NUMERO DE FAMILIAS.
Eran los años aquellos, a finales de la década de los 70…el boom del comercio y otras actividades en La Paz… fue la fayuca en todo su esplendor con los recién inaugurados transbordadores en La Paz, en el puerto de Pichilingue…y el histórico y legendario muelle fiscal donde atracaban los barcos de marina mercante…empezaba a morir…en ese entonces el valle de Santo Domingo todavía estaba en bonanza con el oro blanco y la espiga dorada con el algodón y el trigo, la que ahora era embarcada por puerto San Carlos; y Cabo San Lucas todavía era un poblado de pescadores con sus hermosísimos mares, vírgenes aún, inundados de ballenas y otras especies, lo que motivó la venida de allá de Ensenada, Baja California de un intrépido periodista, don Tomas Limón García acompañado de don Miguel Laenz Pérez, para cubrir un reportaje sobre el avistamiento de ballenas para el periódico “El Mexicano”, donde él laboraba. Desde luego que llegaron a esta hermosísima ciudad y puerto de La Paz cuando aún era territorio…y quedaron cautivados con su belleza y tranquilidad, la cordialidad y las buenas costumbres de sus gentes, y luego luego les nació la idea de volver para fundar un periódico en La Paz. 
Después de un tiempo, regresó a esta ciudad de La Paz, don Tomas Limón con capital aportado por el señor Laenz Pérez a fundar el sudcaliforniano, donde nació el 13 de junio de 1967 en el callejón Esquerro donde es ahora un deposito médico dental, y su vecino era Jorge Alquicira el único técnico que arreglaba aparatos electromecánicos en La Paz, y él hizo el diseño de la primera edición a como Dios le dió a entender. El primer vocero fue don Germán Corona… el célebre “pan de vapor” y su costo era un peso. Se mandaba la información a Ensenada en “LA GUAJOLOTA”…un viejo avión de aero-carga, y el periódico salía primero cada quince días, luego a la semana, y después tres veces por semana; y luego fue diario. Como el espacio donde estaba el sudcaliforniano era insuficiente, la profesora Mami Brown le rentó un cuartito en frente, y se instalaron en forma, contando con las famosas y antiguas máquinas de escribir “REMIGNTON”. Luego de un tiempo también el espacio ya fue insuficiente, y se cambiaron a un lado del antiguo palacio municipal; y luego la profesora Estela Santana le rentó una casa más grande en Hidalgo y Belisario Domínguez…la primer calle de La Paz, ahí estuvo durante muchos años el sudcaliforniano…se vendía como pan caliente y los voceadores estaban listos esperando la edición para entregarlos a domicilio y venderlos por toda La Paz, y después en toda la mayor parte del territorio. 
De los periodistas fundadores vienen al recuerdo: Carlos Rondero Savin, Luis Pinal, Jorge Lenin Torres, Matilde Encinas, Humberto Zamora Ruíz; actual jefe de información; Mario Santiago entre otros; después, por los años 70 don Carlitos Morgan Martínez+ toma la dirección del periódico el sudcaliforniano, e ingresan: Benedicto Hernández Zepeda, María Luisa Castro, Antonio Burseaga, Francisco Arellano Acosta, Carlos Reyes, Hugo Ibarra Loaiza, Carlos Domínguez Tapia, Nohemí Sánchez, Olivia Avena, Vicente Delgadillo “El Zulu”; Mario Nava, Francisco Arellano, Fernando Fernández “El Zapato”, Manuel Valencia, Héctor Villareal, Antonio Salmon, Max Rodríguez, Mari Nogales, señor Ortega, Beatriz Rondero, Julián García, Alicia Carrillo, Ernesto Vázquez, José Luis y Mario Alcantar, Luis Miguel Salazar, Fernando Morán, Manuela Lizárraga, Haydee Aldecúa, Gloria Hernández entre otros que escapan a la memoria y que dirigidos por don Carlitos Morgan dieron un gran impulso a el sudcaliforniano, el que durante 50 años ha mantenido informada con las noticias más relevantes de la política, culturales, sociales, deportivas, a la gran familia sudcaliforniana. En 1989 don Mario Vázquez Raña adquiere el sudcaliforniano, y don Carlitos Morgan deja la dirección del mismo.
Viene al recuerdo aquellos desafortunados sucesos que enlutaron a varias familias de La Paz y fue el sudcaliforniano quien informó las malas y buenas noticias…fue un 23 de Diciembre de 1967 cuando se hundió el barco de carga “El san Miguel”, ya casi para llegar a La Paz, dicen que el capitán se comunicó a tierra esa noche “que ya iban llegando, que al amanecer estarían atracando”…venia cargado de cilindros de gas y 18 gentes era la tripulación…el santa providencia venia delante de ellos, lo venían viendo, y de repente en un parpadear el San Miguel desapareció de su vista…se lo tragó el mar sin dejar rastro alguno, jamás se supo de la tripulación, ni del barco, mucho menos de los tanques de gas…todo quedó en el misterio.
En 1967 el avionazo en La Paz que cayó en una casa y hubo varios muertos… en julio del 72 explotó el barco mercante “El san Lorenzo” atracado en el muelle fiscal donde hubo muertos también…el huracán lisa en el 76 dejando incontables muertos y pérdidas materiales. Entre otras buenas noticias también, donde el sudcaliforniano tradicional periódico el que desde 1989 lo adquirió don Mario Vázquez Raña OEM, ayer como hoy siempre ha estado presente con su equipo de reporteros profesionales de la información con la noticia veraz, pronta y expedita. Directores que atinadamente han dirigido el sudcaliforniano vienen al recuerdo: don José Antonio Flores, don Leoncio Aguilar, Fernando Amaya, Jesús Chávez y el actual director el Lic. José Escobar García, a quienes les agradezco infinitamente la oportunidad que me dieron de colaborar en este prestigiado diario…a principios de la década de los 90…haciendo camino al andar.
…y en aquella paz de la música y el romance…se escuchaba el alegre pregón, de los voceadores entre ellos el célebre don Uriel anunciando el periódico de gran prestigio y tradición el sudcaliforniano… “TODO POR UN PESO”.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

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sábado, 18 de noviembre de 2017

viernes, 17 de noviembre de 2017

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.Primeros Estudiantes Sudcalifornianos..Pomesa cumplida por el primer Gobernador electo por el Pueblo..Don Agustín Arriola Martínez ..La casa del Estudiante en México, cumple este mes de Noviembre, 97 años de fundada..

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..Panorámica del histórico y legendario palmar del Manglito..Tradicional barrio de pescadores..




LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“CAUSAS INMEDIATAS DE LA REVOLUCION MEXICANA DE 1910”.
México, dice el historiador Luis Gonzalez Obregón en el transcurso de poco más de un siglo ha tenido tres grandes revoluciones que lo han conmovido hondamente; no contando por supuesto los muchos “cuartelazos” y pronunciamientos consumados por caudillos militares, o por jefes civiles de facciosos, sin otras miras que las de satisfacer ambiciones personales o bastardos intereses de partido.
La primera de estas tres revoluciones fue provocada por la iniciación de la Independencia; la segunda, originada por la proclamación del “Plan de Ayutla”, y la tercera tuvo sus raíces en el “Plan de San Luis”. En estas tres revoluciones, sin embargo, el factor económico influyó poderosamente. Este factor forma la vértebra de nuestras diferentes etapas históricas.
El rey de España había premiado a los soldados conquistadores y a los primeros pobladores con las encomiendas y los repartimientos, que en realidad dieron origen a la esclavitud de los jornaleros y alas ilimitadas propiedades rústicas.
El clero, utilizando el dominio espiritual, fue enriqueciéndose con la adquisición de fincas en las ciudades y de haciendas en los campos, que le dejaban al morir los piadosos creyentes, voluntariamente u obligados. Los peninsulares, por su parte, sobrios y trabajadores, quizá avaros en demasía, fueron acaparando sin esfuerzo las empresas agrícolas, comerciales e industriales que se consentía florecer el monopolio y la suspicacia de la metrópoli ibérica.
¿Qué resultó de todo esto? Que al lado de las grandes fortunas, existían las grandes miserias.
Los indios, los negros y las castas, fruto de las mezclas, llegaron a constituir la clase de los esclavos en la Nueva España. Esclavos de la “tienda de raya” en las haciendas; esclavos del trabajo abrumador en los obrajes y fábricas; esclavos de las tareas agobiantes en las minas. Los criollos, es decir, los hijos de los españoles, no dejaban tampoco de ser esclavos de su miseria, pues flojos y viciosos dilapidaban las fortunas que habían heredado o que no habían sabido conservar; vivían henchidos de vanidad, haciendo versos y “ergotizando” en los colegios y en las universidades, bebiendo en las tabernas y arruinándose en las casas de juego y agotándose en los prostíbulos.
En resumen: por una parte, miseria y vicios, pereza y esclavitud en los descendientes de las razas que poblaban la Nueva España; y por otra parte, riqueza y poder, actividad y ahorro en los peninsulares que venían a establecerse en la Colonia.
Tan desiguales estados y encontrados intereses, fueron la causa de la mayoría de los males que se sufrían entonces; males que se siguieron sufriendo aun ya consumada la Independencia; porque la miseria continuaba engendrando esclavos insurrectos y la riqueza amos que dominabas, para no perder lo que poseían.
Estos orígenes de las tres contiendas sociales que ha experimentado el país se han atribuido sólo a los deseos de realizar los ideales proclamados en los planes revolucionarios, a conquistar los derechos consignados en las constituciones y a obtener las reformas contenidas en las leyes; ideales, derechos y reformas que, sin duda, han influido en los sentimientos populares para lanzarse al combate; pero la verdad es que ni la Independencia, ni la Reforma, ni el Constitucionalismo hubieran triunfado, a no haber tenido los jornaleros, los empleados y los profesionistas de la clase media, la perspectiva de mejorar su suerte, sacudiendo el yugo opresor de los detentadores de las riquezas acumuladas en los tiempos virreinales. Formada por los bienes del clero amortizados todavía después de nuestra emancipación, y por las fortunas emanadas con los grandes negocios en los gobiernos dictatoriales.

A su vez, los autores del “Manifiesto de la Convención Militar de Aguascalientes”, publicado en octubre de 1914, se expresan de la siguiente manera: “Casi todas las revoluciones pueden dividirse en dos finalidades esenciales: la política y la económica.
‘La Revolución de 1910, tal como fue difundida en el Plan de San Luis, presentó ambos caracteres. Era política al protestar contra el fraude cometido en las elecciones generales por el dictador Porfirio Díaz y al reclamar las libertades públicas sofocadas durante 35 años por el mismo déspota. Era económica al prometer remedio para la condición precaria de la clase rural y de la clase obrera. Consumada la Revolución, el gobierno el gobierno maderista otorgó toda clase de libertades, pero olvidó o no tuvo tiempo de ejecutar las reformas económicas”.
En el mismo manifiesto se expresa;
“Unos cuantos son los dueños de la tierra. La inmensa mayoría de los habitantes es propiamente proletaria. Los grandes terratenientes ni siquiera explotan debidamente sus propiedades, porque gran parte de sus tierras quedan sin cultivo, pues son dueños apáticos, rutineros y egoístas. De esta manera privan a la mayoría de los mexicanos no sólo de la propiedad de la tierra, sino de la oportunidad de trabajar esa tierra como arrendatarios o como labriegos. Esta terrible situación, apoyada en la fuerza de gobiernos tiránicos, y en la despistada influencia del Clero, ha sido la causa primera de todos nuestros males”.
Tal estado de cosas necesitaba un sacudimiento extraordinario, un cambio radical, que viniera a resolver todos los problemas insolutos, que en conjunto formaron una situación que no resolvieron los insurgentes ni los reformistas: ahora más dura y más difícil, por la raigambre secular de tantos intereses creados. La pésima condición económica del pueblo fue, pues, la causa fundamental de la Revolución Mexicana.

El más noble esfuerzo a favor de la defensa de los intereses colectivos lo hicieron las huestes acaudilladas por Cuauhtémoc, quien después de luchar contra los invasores de los dominios indígenas fue hecho prisionero por los españoles el memorable 13 de Agosto de 1521.
Desde aquel momento los conquistadores empezaron a repartirse las tierras y los hombres, como si éstos hubieran sido seres irracionales, y desde aquel momento también empezó aquel insaciable “hipo de oro”, que Fray Bartolomé de las Casas echaba en cara a sus ambiciosos coterráneos.
Esta sed insaciable de riquezas hizo que los españoles cometieran las más atroces vejaciones con los indios, que atemorizados preferían vivir entre las fieras de los bosques a estar cerca de quienes eran sus verdugos más despiadados.
Los españoles exigían de los indios los más fuertes tributos en oro, en artefactos, en comestibles o en trabajo, y así pudieron construir suntuosos templos, monasterios y magníficos palacios: todo con el sudor de aquellos indios desventurados a los cuales no se les daba ni la ración más indispensable de alimento.
Bien pronto aquellos hombres de aventura se vieron poseedores de cuantiosas fortunas y ostentaban esculpidos en piedra sus escudos nobiliarios, como símbolos de hazañas en las que campearon la crueldad y la soberbia. Una legión de indígenas constituían parte de su propiedad, y la otra, inmensas tierras que el proletario trabajaba mientras ellos holgaban y se divertían en fiestas religiosas y profanas. El verdadero bien para un pueblo lo constituye un buen gobierno. Don Porfirio Impidió que los pueblos eligieran libremente a sus gobernantes. Entre millares citamos un caso: “a la sombra del Plan de Tuxtepec, que hacía tan hermosas promesas, los vecinos de Morelia se organizaron para elegir ayuntamiento y fueron a votar. El General Manuel Gonzalez que era comandante militar en esa ciudad y compadre de Don Porfirio Díaz mandó disolver a los votantes a sablazos. Lo mismo sucedía en todas las poblaciones. Nadie votó durante 30 años; se acataban las consignas que venían de arriba; así fueran gobernadores o simples alcaldes del más obscuro poblado. La máquina gubernamental llevaba carro completo; nadie tenía derecho a penetrar, sino era de los agraciados.

El gobierno consistía en una red cuyo centro era Don Porfirio y se extendía a gobernadores, jefes políticos, alcaldes o presidentes municipales, hasta los encargados del orden en las más humildes rancherías; todos obedecían la voz del amo, como los músicos la batuta del director. Si tan basta ramificación hubiera sido para hacer el bien a los pueblos, menos malos; pero no; era una comunidad para exterminar a sus enemigos hasta aniquilarlos; para hacer negocios, siendo, los unos agentes de los otros; para solaparse sus maldades y para perseguir a quien osaba no estar sumiso a ellos. Este fue el buen gobierno de Don Porfirio, por el cual hay todavía pícaros o ignorantes que suelen suspirar. El buen gobierno de Don Porfirio levantó unos cuantos edificios costosos para escuelas, en las colonias de los ricos. Esto bastó para que se le hiciera a aquello un bombo extraordinario, pintando su administración como la de un Pericles, protector de las artes y las ciencias. Por esas cuantas escuelas (únicamente en la Ciudad de México), dejó al resto del país sumido en la más espantosa ignorancia. Fundó un Ministerio Federal de Instrucción Pública y Bellas Artes, cuya influencia llegaba apenas hasta el pueblo de Milpa Alta, en el Distrito Federal. Los gobiernos de los estados, salvo contadas excepciones, desatendieron la instrucción porque no era cosa que les dejara provecho alguno para sus bolsillos. Construían puentes, mercados, pavimentos, calzadas, etc., cuando estas construcciones representaban negocios en los cuales lucraban por lo menos la mitad de su costo, pero pagar maestros, construir edificios escolares no era cosa de llamarles la atención.
El buen gobierno garantiza la libertad que en la Constitución y las leyes otorgan al ciudadano. Pero el gobierno de Don Porfirio tenía siempre llena las cárceles de periodistas que no lo adulaban; confiscaba sus imprentas, los perseguía como bestias feroces y periodistas hubo como Don Filomeno Mata que entró 40 veces a las mazmorras de Belem. La palabra “Caciquismo” llegó a ser muy usada en México durante el gobierno de Díaz para señalar a los funcionarios que, al igual que su jefe, se perpetuaban en los puestos públicos. Los gobernadores que menos duraban en sus puestos en aquella época fueron de doce a 17 años, pero generalmente llegaron a 20 y 25 años. Al igual que los gobernadores, duraban los jefes políticos o prefectos y los presidentes municipales. A todos se les dio el burlesco mote de caciques. Los caciques habían envejecido en sus puestos, muchos de ellos era n viejos militares, coroneles, mayores, etc., de la edad de Don Porfirio, algunos alcohólicos y mariguanos como llegó a ser costumbre entre muchos elementos del antiguo ejercito federal. Estos caciques eran íntimos de los hacendados y sus compadres aunque algunos hubieran sido juaristas allá en sus mocedades. Los caciques hacían la farsa de elecciones; emprendían obras públicas autorizados por los políticos de arriba, con participación de utilidades; ayudaban a los recomendados del centro, como se decía a los que procedía de los políticos influyentes; despojaban a los pequeños propietarios de sus parcelas para aumentar la de los ricos; mandaban en cuerdas a los pobres que señalaban los hacendados, ya sea por retobados, o porque deseaban burlarles a las mujeres o a las hijas; mandaban apalear periodistas, encarcelar y deportar a quienes hablaban del gobierno; en fin, la actividad de los caciques para todo lo malo era asombrosa.
Por tan larga lista de crímenes y fechorías, los caciques llegaron a ser odiados en todos los pueblos, y como eran autoridad inmediata al pobre, sobre ella se descargaron las iras de la multitud cuando vino la Revolución. Todo México era un vasto cacicazgo; desde Don Porfirio Díaz hasta el último alcalde. Esto fue a grandes rasgos la dictadura porfirista hasta fines del siglo pasado, y que el oprimido pueblo de México provocó el levantamiento de la Revolución Mexicana de 1910, encabezada por Don Francisco Madero.
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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“DOÑA CLAUDIA RUIZ MORALES CUMPLIO 101 AÑOS DE VIDA”.


            La tierna y dulce muchacha antigua de plateados cabellos, doña Claudia Ruiz Morales, con una lucidez envidiable narra su vida, dándole gracias a Dios por permitirle cumplir ciento un años, gozando de cabal salud en esta tierra bendita de Dios, con las dolencias propias que le ha dejado el largo recorrido por la vida, vive rodeada del cariño de sus hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, así como amigos y demás familiares, quienes la colman de inmenso cariño, admiración y respeto. Doña Claudia es un ejemplo viviente de lucha y valor, de la mujer mexicana, mujer luchadora de una fortaleza envidiable y de una fe inquebrantable en Dios y la vida. No se doblegó ante la adversidad, y de sus pobrezas y esfuerzo sacó a sus hijos adelante en aquel México de hambre para el pobre y de bonanza para el rico y explotador gracias a un presidente como Porfirio Díaz que aborrecía al pueblo de México y quien decía “EL MEJOR INDIO ES EL INDIO MUERTO”.

Doña Claudia es un ejemplo para las juventudes de ahora, que no aguantan nada y ante cualquier problema, recurren al suicidio, demostrando la falta de valores y la fe en Dios y la vida. Doña Claudia vio la luz primera en Santos Reyes Nopala Uquila, Oaxaca, el 7 de mayo del año 1900. Época del quinto periodo presidencial del porfiriato, de tristes recuerdos. Sus padres, Demecio Ruiz y Felipa Morales, fueron de los muchos indígenas que vivieron las injusticias de la dictadura del porfiriato. Durante este régimen se hicieron repartos de tierra, de miles de hectáreas, a miles de agricultores, pero superior fue el número de campesinos que sufrieron despojos, víctimas de los latifundistas y de la voracidad de compañías extranjeras deslindadoras. La vida rural, era una explotación indiscriminada para el campesino. Los dueños de las haciendas y fábricas, en su mayoría no vivían en las tierras que acaparaban; se iban a las grandes ciudades a vivir en la opulencia y en la aristocracia de los productos de sus haciendas, del sudor y sufrimiento de los indígenas; dejaban en manos de administradores y capataces sus propiedades, quienes eran los mas sanguinarios con los trabajadores; los hacían trabajar de sol a sol y les pagaban 20 centavos diarios de salario, o a veces un puño de maíz; dijo.

            Las condiciones de vida a que estaban sometidos los peones eran muy triste. El amo, en su mayoría extranjero que adulaban a Porfirio Díaz, el administrador y la autoridad, limitaban su libertad los tenía en la ignorancia y sin escuelas. En cada hacienda había una capilla y el sacerdote mismo se inclinaba a favor de los intereses de los hacendados desprotegiendo al campesinado. Las deudas por otra parte, mantenían al peón vinculado a la hacienda. Doña Claudia dice que el cansancio en su cuerpo es la larga cadena que arrastra de pobrezas y de injusticias y que por lo que se escucha, en medio de su ignorancia dice que tal parece, que México va a vivir otra época como la del porfiriato, y con  profunda tristeza continua narrando, que además del jornal tan bajo, no siempre lo recibían en dinero, sino una parte en maíz y tenían que soportar los malos tratos del capataz y los abusos en las tiendas de raya. Había familias que llevaban más de 100 años trabajando para los hacendados, para cubrir un adeudo de 50 pesos, y no habían conseguido escapar a la usura de sus patrones.

            Toda esa época de revoluciones e injusticias en su infancia, fue una cadena que arrastraban sus antepasados, y que continuó gran parte de su vida. La que vivió en gran pobreza. Ella estaba muy chica, pero recuerda claramente todas las revueltas que había. Cuánto sufrieron los mexicanos, más el campesino cuando el usurpador, traidor y asesino Victoriano Huerta, mandó matar al apóstol de la democracia Francisco I. Madero, presidente de México y al vicepresidente Pino Suárez aquel 23 de febrero de 1913. Pisoteadas las libertades públicas sin respeto al orden legal, el honor y la dignidad cívica, México vivía uno de sus momentos más sombríos de su historia con el asalto al poder de Huerta. Madero era la esperanza del pobre, era muy querido por la gente del pueblo, ya que se distinguió por su bondad y su alto espíritu de servicio. Era un ranchero generoso, ejercía la medicina homeópata gratuitamente, y fundó varias escuelas y comedores gratuitos también para niños pobres.  Fue época de terror e inseguridad para la nación con la infame traición de Huerta. Luego viene el asesinato del senador Belizario Domínguez, que representaba a Chiapas, por atreverse a decirle sus verdades al presidente usurpador, indignado por las falsedades del informe de Huerta. El crédito estaba aniquilado, la prensa amordazada, el hambre y la miseria amenazaban apoderarse de toda la superficie de México.

            Don Belisario Domínguez dijo, tuvo la valentía de llamar a Huerta asesino, y declaraba que con su feroz ambición de mando, el presidente de la República estaba dispuesto a derramar toda la sangre mexicana, a cubrir de cadáveres todo el territorio nacional, a convertir en una inmensa ruina toda la extensión de nuestra patria, con tal de que él no abandone la presidencia, ni derrame una sola gota de su sangre. Don Victoriano Huerta es un soldado sanguinario y feroz que asesina sin vacilación ni escrúpulo a todo aquel que le sirve de obstáculo. ¡No importa señores!, la patria os exige que cumpláis con su deber de pedir la renuncia de Huerta, aún con el peligro y aún con la seguridad de perder la existencia. Y por eso lo mataron, le arrancaron la lengua y a rastras, dejando regueros de sangre, en la tierra, lo fusilaron en el paredón sin ninguna consideración por órdenes de Huerta aquel siete de octubre de 1914.

            Para los mexicanos, los indígenas principalmente, era puro sufrir en ese México bronco Zapata, Villa, Alvaro Obregón y Carranza derrocaron a Huerta, pero también fueron asesinados por defender los derechos del pueblo. Luego vino la persecución cristera encabezada por Plutarco Elías Calles, y las condiciones del peón siguieron siendo de los más inhumanos. Tenían que trabajar toda la familia para poder aspirar a alimentarse con maíz, sal, guaje y yerba santa. Comer frijol era un lujo de cada semana. La carne, ni la conocían. A doña Claudia le tocó vivir de cerca todas las revoluciones en su lucha por la justicia y el campesinado, nomás volaban las balas entre los surcos al grito de “tierra y libertad”. Su vida de casada fue lo mismo que la de sus padres, trabajar en los surcos para los latifundistas en aquella pobreza de sol a sol comiendo tortillas con sal y semillas de guaje ganando 20 centavos diarios, para mantener doce hijos, porque quedó viuda muy joven. Sus hijos son Maximino, Roberto, Teófilo, Josefina, Pablo, Liborio, Juana, Sirilo, Margarita, Arnulfo, Gonzalo y Paulina, quienes le dieron 40 nietos, 31 bisnietos y 3 tataranietos.

            Con gran tristeza, doña Claudia termina diciendo que le ha tocado enterrar a casi toda su familia de hermanos y demás parentela nada mas ella queda, y alguno de sus hijos, ya que sepultó ocho de ellos y 11 nietos, pero que a pesar de la vida tan pobre y tan dura que le tocó vivir, le da gracias a Dios por permitirle llegar a los 101 años plena de salud y de fe en la vida, y de la dicha tan grande de tener el privilegio de vivir desde 1970 en esta tierra tan hermosa y tranquila como lo es la ciudad de La Paz y sus lindas gentes que la habitan. Agradece infinitamente el amor y el amparo que le brindan sus hijos, ya que en estos tiempos se han perdido valores, y en algunas familias estorban los ancianos, y lo único que ella tiene para corresponder a este cariño y amparo, es un caudal de amor sin medida, el que siente que es correspondido.



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