sábado, 11 de noviembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA.

LA MUERTE LLEGO DEL CIELO...CON EL CICLON LIZA... AQUEL 30 DE SEPTIEMBRE DEL 76.... Y LAS CAMPANAS NO TOCAN A DUELO.... TODO QUEDO EN EL OLVIDO.
• 40 ANIVERSARIO DE LA GRAN TRAGEDIA… EL HISTORICIO CICLON DE LA MUERTE… NO SE OLVIDA.
• VÍCTOR MANUEL FERRÓN ZEPEDA…HEROE MARTIR OLVIDADO
• OFRENDÓ SU IDA PARA SALVAR A DECENAS DE PERSONAS CON UNA ANTENA DE TELEVISION 
• MURIÓ 9 DÍAS DESPUES DE LA TRAGEDIA A CAUSA DE LAS MULTIPLES HERIDAS INFESTADAS
• FUERON MUCHOS LOS HEROES ANONIMOS OLVIDADOS… PERO AFORTUNADAMENTE NINGUNO MURIÓ

Las campanas de la iglesia no han vuelto a tañer a duelo los 30 de Septiembre para recordar a millares de gente que murieron en el huracán Liza a causa del famoso bordo de contención que se derrumbó. El susurro de los arboles y del viento a 24 años del fatídico ciclón Liza, entre elegantes mausoleos en el panteón de los San Juanes acallan los lamentos que como mudo reproche a las autoridades de aquel tiempo, las tres grandes trincheras donde duermen para siempre centenares de cuerpos humanos en su gran mayoría sin identificar, señalan en silencio UN YO ACUSO. Aquel caluroso día, jueves 30 de Septiembre de 1976 quedo marcado en la historia de Baja California Sur como uno del momento de holocausto más terribles que se han vivido en todos los tiempos. Ocasionando en tan solo 9 horas de torrenciales lluvias y vientos huracanados de 250 kilómetros por hora, millares de muertos entre mujeres, niños y ancianos... además de la terrible devastación económica y moral de los sudcalifornianos quedando más de 10,000 gente sin hogar.
Aquel 30 de septiembre por la mañana, poco se sabía del huracán Liza...como a las 2 de la tarde se sintieron las primeras ráfagas huracanadas....el oleaje del mar se puso embravecido la gente, conocedora de estas cosas, empezó a tomar sus precauciones.... amarraban techados, recogían embarcaciones, arreglaban las lámparas de mano, velas, en fin todo lo que en estos temporales se acostumbra. Desde 1959 no se había presentado ningún chubasco en la Paz, y la gente se confiaba a que quizás se desviaría como siempre sucedía. Serian como las 3 de la tarde de aquel 30 de septiembre del 76.... El señor Francisco King en XENT, anunciaba que tocaría tierra el ciclón Liza como a las 10 de la noche....a las 3 y cuarto de la tarde las fuerzas de la naturaleza con toda su potencia en forma de ciclón azotaban la ciudad de La Paz....... inundaba el cielo, árboles, cartones, tapas de tinacos, letreros, etc.... los vehículos parecían de juguetes donde los llevaba el viento...como a las 6 de la tarde todo se obscureció, la luz se interrumpió y los teléfonos quedaron incomunicados. Como a las 7 de la tarde y durante el ciclón fueron varias las personas que vieron la luz de San Thelmo presagio de desastre y muerte. La ciudad estaba envuelta en medio de aquel huracán los antiguos mezquitones andaban como arañitas en el suelo. Pero no había porque alarmarse ese ciclón como otros pronto pasaría... la gente de La Paz ya sabia lo que tenia que hacer.
No se contaba con la invasión de los lechos de los arroyos de las nuevas colonias de gente que venia de fuera, de Durango y Oaxaca y que solamente sus vecinos los conocían. Colonias como el Benito Juarez, Guelatao, Los Olivos, Francisco Villa, Pueblo Nuevo, Ruiz Cortines, Infonavit, Indeco, y Zucasa, fueron de las más afectadas. La presa del cajoncito nunca se llenaba y no había porque preocuparse....pero ese fatídico muro de contención de arena y piedra que levantaron de tan mala calidad, y que costó once millones de aquellos pesos y que fue una bomba de tiempo, se reventó, o lo reventaron. Este muro había acumulado las torrenciales lluvias de días anteriores, aunadas a las del ciclón Liza, que fue más viento que agua, no resistió y se desbordó como a las 8:30, de aquel 30 de septiembre. Aquella noche llego la muerte para miles de familias a través de la ola negra que arrastró la corriente del arroyo que levantó olas de hasta 8 y 9 metros...los cuerpos iban quedando como flores secas ala orilla del arroyo...otras miles de personas quedaron sepultadas en toneladas de arena, además, animales, casas, algunas con gente adentro, así como vehículos con gente adentro también e infinidad de cosas. Aquella noche de terror, todos y cada uno de los ciudadanos que la vivieron tiene su propia historia y que jamás olvidarán los que lograron salvarse. La gente de La Paz, siempre se ha distinguido por su buena disposición para ayudar al necesitado. Y en aquella tragedia que enlutó tantos hogares demostraron su casta ayudando tanto en el salvamento como al otro día a los damnificados.
Los actos heroicos no se hicieron esperar destacando aquel valiente señor de apellido Ferrón, quien con una antena de televisión e iluminado por la luz de San Thelmo, ayudó a más de 60 gentes a salvarse del torrente del arroyo. En esa noble y heroica acción el señor Ferrón sufrió serias lesiones que se le infectaron , con las espinas, palos, puntas de fierro, y otras cosas que arrastraba el agua, que como consecuencia le provocó la muerte días después del ciclón Liza. También es digno de comentarse que 20 presos se ofrecieron a auxiliar a la gente en aquellos momentos, quienes después de cumplir con su noble misión solitos volvieron a la cárcel, lo que no podían creer los custodios. Y así, fueron varios los actos heroicos de salvamento de manera aislada, que sería difícil de enumerar. Todas aquellas colonias desaparecieron; quedaron lavaditas las blancas arenas de los arroyos que hasta brillaban a la luz de la luna y del sol, como diciendo aquí mando yo. Parecía como que si nunca hubo asentamiento humanos. PERO LA GENTE NO ENTIENDE, NI LAS AUTORIDADES COMPETENTES TAMPOCO; NUEVAMENTE ESTAN LAS MISMAS COLONIAS HABITADAS POR CENTENARES DE FAMILIAS. La gente nativa de Sudacalifornia ni aunque les ofrecieran las perlas de la virgen se construirían sus casas en los arroyos. PERO LA GENTE INOCENTE QUE VIENE DE FUERA, NO LO SABEN Y LOS DUEÑOS DE CONSTRUCTORAS SI SABEN QUE SON ARROYOS DONDE CONSTRUYEN Y HACEN EL NEGOCIO DE SU VIDA CON LA NECESIDAD DEL QUE MENOS TIENE. Esas casas que están construidas bajo el libramiento sur, están bajo un inminente peligro porque sino lo sabían, ese es uno de los arroyos mas grande de La Paz además del arroyo del palo de Santa Rita.....el arroyo de los bledales.
Aquel triste amanecer del 01 de octubre de 1976 fue de lamentos, desolación y muerte. Al abrir las gentes las puertas de sus casas, se encontraban con cadáveres en el porche o sobre los techados. Todo era grotesco...centenares de cuerpos enterrados en los arroyos... la bahía inundada de cadáveres... cadáveres rebalsados en los mangles del mogote, los que eran incinerados...con palas mecánicas abrían zanjas y recogían los cuerpos inertes aventándolos a granel, como si fueran papas...circulaban por la desbastada ciudad, dompes y pick up del ejercito llenos de cadáveres, donde los llevaron a velar al centro de cultura y deporte, a la capilla del sagrado corazón, la sala de junta del hospital Salvatierra así como del gimnasio auditorio. Esas paredes guardan el secreto de cuantas gentes murieron realmente. Los que vivieron aquellos momentos saben que fueron decenas de miles, sin contar los que quedaron sepultados en las arenas de los arroyos. Poco a poco, se fue restableciendo la ciudad de La Paz, y en el corazón de sus habitantes quedo este mal recuerdo... Y VUELVO A LO MISMO NO EDNTIENDEN...NO CONSTRUYAN EN EL LECHO DE LOS ARROYOS PARA HCER NEGOCIO CON LA NECESIDAD Y EL SUFRIMIENTO DE LA GENTE...TARDE QUE TEMPRANO LAS AGUAS TENDRAN QUE PASAR POR AHÍ RECLAMANDO SU PROPIEDAD EL CAUSE DE LOS ARROYOS.
......Y en el panteón de los San Juanes, en tres grande zanjones yacen centenares de muertos caídos en el ciclón Liza, señalando con su silencio un !YO ACUSO!....Y LAS CAMPANAS NO TAÑEN A DUELO...... LOS 30 DE SEPTIEMBRE...AQUEL MACABRO SUCESO SE PIERDE EN LA BRUMA DEL TIEMPO.
POR EL PLACER DE ESCRIBIR… RECORDAR… Y COMPARTIR…

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